Ayer llovió como si nos hubiéramos equivocado de hemisferio. La neblina sobre las montañas le pertenecía a otro momento. Había silencio y la casa tenía el sueño del invierno.
Hoy los pájaros volvieron a alborotar, a picotear las brevas, las guindas y las cerezas. El sol vuelve a calentar la tierra y el hemisferio se acuerda de los puntos cardinales
3 comentarios:
Pues aquí añoramos un error de hemisferio.... pero ya!
Precioso cielo, preciosa foto.
Saludos!
Aquí empezó a llover el domingo y lleva sin parar desde entonces. Y lo que es peor, parece que seguirá así varios días. Vaya veranito...
La lluvia, además de "despertar el alma dormida del paisaje", como decía Lorca, hace que tus textos se vuelvan muy poéticos y bellos.
De repente, me acordé de Macondo.
Disfruta del verano, Raquel.
Un beso,
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