Va de Sophie
porque los dientes le siguen sin salir. Hace tres o cuatro semanas que son tema de conversación: no hay ni rastro de ellos. Es un asunto serio. La primera vez que lo hablamos ella me confió todas las desesperaciones que le causan: que no asoman ni a a la de tres, que es difícil comer manzanas a no ser que estén partidas, que las mazorcas de maíz son totalmente imposibles y que está comprobando que incluso quienes tienen aparatos en los dientes pueden comer más cosas que ella.
Hoy llega con esa urgencia de contarme que un diente más ha desaparecido y que incluso la encía ya no es lisa sino que hay una especie de agujero. Esta vez, la desaparición es por causas menos naturales: un balón de baloncesto distraído que le dio en la cara y le acabó de arrancar el diente que tenía a medias. Explica detalles y cómo duele. Ahora ya es anécdota pero claro, el día que sucedió no lo pasó muy bien. Además, no pudo estudiar violín porque todo se sentía muy extraño.
Estas fotos son de esta tarde, mientras me lo cuenta,
sin ahorrar detalles
y nos reímos y salimos un momento para tener luz natural
y luego jugamos a buscar piedras y la conversación ya se olvida de dientes que no quieren salir y lo más importante son esos tesoros que el buscar piedras esconden, el hecho de buscarlas y sobre todo, descubrir entre unas cuantas las que son suaves y blandas como ésta
Va de Sophie. Todo un tesoro
14 comentarios:
¡¡Qué encanto de niña!!
:D
(Curiosamente, mientras la contemplaba, pensaba que bien podría ponerle rostro a mi queridísima Bruna... ¿No crees?)
Besotes
Es preciosa.
Qué ternura.
Espero que le salgan bien prontito esos dientes; lo de las mazorcas es una faena ;)
Besos extensibles a Sophie.
Irreverens,
es un cielazo, la verdad.
(Pensamientos conectados. Una de las cosas que no incluí en el relato es que en realidad, Sophie era muy parecida a su amiga Bruna y bla bla bla y ahora tú dices eso.)
Muchos besos
Leo,
le voy a contar todo esto a Sophie para que sepa que estamos a su lado y la apoyamos.
Besotes
que ojos mas bonitos y lo mejor...como miran, besos
jajaja, qué bueno que tú también lo pensaras.
:)))
Isobel,
ojos preciosos. Además, te hablan desde adentro y no tienen miedo cuando te miran.
Besos
Irreverens,
sí, sí. Hasta iba a poner el link a tu historia de Bruna.
Besotes
Yo tamibién he pensado en Bruna. Por cierto, si es cierto lo de los dientes, se debe controlar.
Hola dintel,
los dientes ya le empiezan a asomar un poquito, ya se le ven asomar por la encía. Pero de verdad que lleva un montón de tiempo así. Igual, gracias por comentar eso. Me imagino que sus papás lo tienen controlado pero me les voy a preguntar.
Un abrazo
Esta niña es bellisima!! Esta aprendiendo a tocar el violin tambien?
Winfried,
sí, es preciosa. Este es su segundo año aprendiendo a tocar violín. Está en un momento bonito en el que ya no viene con su papá a las clases y estudia por su cuenta. ¿Tus hijos tocan música?
Un abrazo
Hola Raquel: este es mi primer comentario, pero creo que habrá más...Felicitaciones,por tu blog, y en general.
Creo que no hace falta que te lo diga , pero cuida y disfruta esos tesoros que tienes de alumnos...
Ellos , seguro que ya lo están haciendo de ti.
Un saludo!
Gracias only,
un gusto tenerte por aquí.
Los cuido y me cuidan, nos disfrutamos y eso le pone un punto especial a cada día.
Un beso
Llevo siglos sin pasarme, y me merezco un azote, lo sé.
Hoy he vuelto a echar un ojo rápidamente y me he quedado "colgado" de esta entrada porque tanto mi hijo mayor como el mayor de John están en esa misma fase, con los incisivos superiores desaparecidos... y claro, me he identificado plenamente con lo que nos cuentas. Son unos cielitos... ¿o no?
Por cierto, ya veo que la primavera está ahí ya con todo su despliegue de medios... ¡¡Halleluyah!! o como diablos se escriba eso por ahí.
Biquiños ;-)
Sí, la verdad, unos cielos. Les apasiona cuando se le caen los dientes. Cuando pasa, me cuentan con pelos y señales cómo sucedió y bla, bla, bla...
Poco a poco llega la primavera. Está lloviendo pero no hace frío. Aún los árboles no están reverdeciendo pero sus primeros botoncillos empiezan a asomar.
Todos necesitamos descansos de cosas y cambios de rutinas. De vez en cuando viene bien desconectar. Sé que estás ahí, te pases o no.
Besos para ti también y muchas risas para tus hijos y los de John y las lenguas que se escapan por puentes inesperados.
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