Ahí están, enormes. Estatura y presencia
Hace dos días comenzó a hacer frío. Temperaturas extremas. Así es Wisconsin, cambios de un día para otro que siempre provocan uno más,
transiciones, días para tomar como vienen.
Sólo puedo decir que estoy contenta de que llegue el fin de semana. No me quejo, me gusta mi trabajo. Me gusta trabajar con amigos.
Mientras miro este árbol pienso en lo importante que es trabajar con quienes te sientes bien y a quien quieres. Poder confiar, crecer juntos,
entender la intensidad del proceso,
la lucidez
¿Será esa la fuerza de este otoño?
8 comentarios:
Buenos días! allende los mares...
Los árboles en mi barrio son igualitos :))
Bss
Ya está: el fantástico otoño de Madison. Es cierto que esos árboles transmiten fuerza. Y qué decir de los colores...
Sigue asombrándome esa forma de mirar que tienes con la cámara. Nunca conseguí fotografiar a los árboles como tú lo haces, siempre me perdí en el caos de sus hojas y jamás pude captar ese desorden adorable que tienen sus figuras. Un beso, Raquel.
Me encanta el otoño, abandonar Barcelona unos días para ver cómo se adueña de todo.
¡Que lo sea, que lo sea!
:D
¡Y que la fuerza nos acompañe!
XDD
Raquel, me encanta recorrer las estaciones contigo. Besos.
Yo creo que la fuerza de los árboles reside en su tesón.
Mita,
me lo estoy imaginando.
Leo,
a ver si sale un poco más el sol para que todo pueda brillar con más fuerza.
Sir John,
curioso lo que dices del caos de hojas. ¿Será que los árboles de aquí son un poco más dóciles que los de allí?
Dintel,
sí, regresar luego a una ciudad transformada como por arte de magia.
Irreverens,
porque la necesitamos.
Luis,
gracias Luis, viajero tú también.
Tawaki,
en su tesón, su sabia paciencia.
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