Dejamos atrás el centro
y poco después de atravesar el puente llegamos al mercado
Hubiera sido bueno ver esta parte de afuera con vendedores y con toda la vida que hay junto al mercado en sí. Pero hace frío y habrá que esperar a la primavera para que los granjeros de la zona puedan vender sus productos afuera. Por ahora hay que conformarse con el interior
Comenzamos con la sección de frutas y verduras. Bill y Joan compran grosellas y frambuesas. Nos vamos parando a ver las cosas de cada sitio, a probar el mango, la piña o la papaya que ofrecen,
la fruta seca para añadir al cereal del desayuno o a otras mil cosas
A esta preciosa chica del puesto le pregunto si ella las seca. No, dice. Hace falta sol para secar todo esto y no hay sol en Cleveland. Las traen de muchas partes del mundo. Nos pregunta si somos de Cleveland. Le decimos que estamos de visita, que vinimos a buscar el sol que en Wisconsin se despista en invierno. Se ríe y nos dice que ella es de Egipto
Todos los vendedores a quienes escucho hablar parecen tener acento, Europa del este, medio oriente, menos Latinoamérica que en otros mercados
De frutas y verduras pasamos a la parte más grande
donde todo se junta
Es cierto que la variedad y las comidas de mil sitios son evidentes
donde todo se junta
En 2008 el mercado fue designado como uno de los 10 grandes lugares públicos en América. Aunque es cierto que sí ofrece una gran variedad de productos étnicos y locales, también creo que hay otros mercados más espectaculares. No sé.
Es cierto que la variedad y las comidas de mil sitios son evidentes
Una de estas empanadas de tradición irlandesa es parte de nuestro almuerzo
En el segundo piso vemos a gente comiendo y recuerdo el mercado en Río de Janeiro con los pequeños restaurantes que cocinan la compra que hayas hecho. Esto es más sencillo
Terminamos con una última mirada a esa mermelada de bacon, a la pasta y al puesto de comida mexicana
y descansamos un momento antes de seguir camino,
volver a atravesar el puente,
dejar atrás Terminal Tower, la antigua estación de trenes,
el estadio de baseball de los Indians
y alguna de las muchas iglesias que hay en la ciudad
antes de volver a Cleveland Heights,
a la casa donde nos estamos quedando
Poco después salimos para el concierto en la iglesia de San Stanislaus. También esta es una iglesia enorme y creo que el concierto de hoy, uno de los mejores
3 comentarios:
Cantidad, calidad y variedad, ¿se puede pedir más?
Sí. Además, no es exagerado de grande y da para disfrutarlo
Un mercado fantástico. Me encantan los mercados (unos más que otros, claro) siempre que viajo y puedo, los visito.
Saludos!
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