Los días están pasando demasiado prisa y nos vamos acercando al final. Este año tenemos menos días y echamos de menos esos dos o tres que faltan para completar, detallar y pulir un poco más. A pesar de todo, me asombra lo que escucho en la sala de orquesta,
el esfuerzo de todos.
Somos toda la cuerda, violas,
contrabajos,
violines,
chelos, guitarras; flautas,
clarinetes, pianos, acordeones...
Sí, es una orquesta particular y además, tenemos también todas nuestras voces para el coro.
Es un trabajo común el poder concertar. El objetivo es tocar el repertorio para el concierto final y vivir el proceso, aprender mientras lo hacemos;
tocar juntos, encontrar melodías y acordes, vivir lo musical y lo no musical, discurrir con los otros, escuchar
Es compartir
y hacerlo con alegría y con toda la chispa que los mejores magos tienen, con la sabiduría que despliegan para hacer que las cosas salgan como si todo fuera muy fácil
Pues sí, hasta un mago tenemos. ¿Qué te parece?
4 comentarios:
Qué guapos son todos, ¿verdad?
¡Y cómo mola, un mago y todo!
:)
Irreverens,
son guapísimos. Hay que buscar mucho para encontrar a alguien que no lo sea, de verdad.
Ese mago es mágico y encantador. Es otro de los profes de violín y es de esas personas con un espíritu positivo maravilloso.
Un besote
Mmmmm espíritu positivo... eso es lo único que debes tener cuando tratas con niños. Lo demás, funciona solo.
Dintel,
muy cierto. Cuando eso está, como que esa energía positiva ayuda a que todo fluya y funcione mucho mejor.
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