y ella fuera mi profesora,
o si tocara violín,
fuera feliz con eso
y él fuera mi profesor
Cómo si quien diera viola
fuera alguien que de niña estuvo en EVEs cómo ésta.
Cómo si tuviera tantos amigos como instrumentos musicales y cada día aprendiera a escuchar un poco más
para entender el lenguaje de cada uno
Cómo si yo misma supiera sonar
¿Querría estar en clase?
¿dejarme guiar? ¿ofrecer mi guía?
Tal vez sólo querría cantar, aprender canciones nuevas
como el de las trompas también
Tal vez sólo quisiera sentarme a tocar,
adentrarme en la música
o encontrar ese otro mundo más individual del pianista
¿Me gustaría estar en orquesta
o símplemente estar junto a los demás,
unir manos,
y lazos?
Cómo sería ser niño y estar en esta EVE musical.
10 comentarios:
No sé cómo sería porque yo tampoco he vivido nada así. Pero sí sé que los niños que pasaron por los encuentros de orquesta de la joven sinfónica de Cataluña, se siente muy agradecidos de todo lo que allí aprendieron.
:)
Besotes a ti... y a tu hermana.
"agradecidos por todo lo que allí aprendieron" (mejor)
... he visto a tu hermana, ¿verdad? También a ti, y quizás, a alguien más.
¿Quizás tú, hayas vivido algo similar, con esa edad...? En cualquier caso, sería enriquecedor, a todos los niveles, no sólo el musical...
Un beso.
Qué preciosa entrada, Raquel.
Dan ganas de poder ponerse en la piel realmente de cada uno de ellos.
Empatía pura, amor a lo que haces... grandes cosas nos regalas hoy.
Un beso.
¡RAQUEL! es increíble que consigas subir estos posts tan completos y emotivos en el maremagnum de la EVE (sobre todo teniendo en cuenta que este año no hay internet en el albergue... ¿cómo lo haces? ¿los apple tienen internet propia? ¿steve jobs tiene el don de la ubicuidad? questions...
me da mucha morriña veros a todos (veo este año que la juventud arrasa entre el profesorado ¿no?..je je)
me gustaría sacar un huequito y estar ahí; ya veremos
de momento dale un fuerte abrazo a pancho, que otro año tiene que bregar él solito con todas las guitarras
y otro para ti, incansable
ciao!!
me maravilla como tomas las expresiones de los niñños y sus sensaciones! hermossssssssssssssso! besotes
Aquí hay una escuela de música que empiezan con niños de tres años y luego cuando tienen edad de elegir instrumento están totalmente asesorados porque piensan que el instrumento tiene que ver mucho con el carácter. Me encanta esta filosofía.
Desde acá te envidio Raquel, y a todos, se ve que la están (estáis) pasando muy bien.
Irreverens,
siempre me acuerdo de ti por esos encuentros de la joven orquesta que conoces muy bien. Realmente es especial.
(Le digo a Mer, eso le va a gustar)
Un besote
Alegría,
sí, tienes mucha razón. Enriquecerse no sólo en lo músical sino en muchas otras cosas.
Besos
Leo,
gracias. Estar aquí es eso, empatía y bueno... estar con todos. Todo te lleva. No tienes que pensarlo mucho porque la energía e intensidad son comunes.
Besos
sw,
ya sabes que nos gustaría tenerte aquí. Ven a vernos!
No sé cómo se llega a hacer todo aquí, yo tampoco lo entiendo muy bie. Estoy descubriendo que (muy a mi pesar) algún windows (e incluso con vista!) encuentran mejor los wifis para utilizarlos como ahora mismo, por generosidad ajena.
Nos vemos el sábado. Acuérdate, el paseo. D. va a disfrutar mucho.
Besotes
mnsah,
es fácil con ellos. De verdad.
Besotes para ti también.
Dintel,
sí. Todavía no entiendo porqué en la enseñanza la música sigue estando totalmente ignorada y al margen!
Juanluis,
te estaba echando de menos. Tú también estás aquí. La verdad es que nos lo pasamos fenomenal.
Un abrazo grande
Hola de nuevo, Raquel. Por fin puedo visitar mis blogs favoritos.
Cómo me gustaría ver a mis hijos con un violín y un cello en sus bracitos.
El mayor va por su tercer curso en la Escuela de Música; este año empezará a ver lenguaje musical en serio y hará una ronda de conocimiento de los instrumentos para elegir uno para el próximo curso.
Por supuesto, como buen padre, haré algo de publicidad subliminal a base de escuchar en casa cuartetos de cuerda y conciertos para cello y violín ;D
Pero será él quien tenga la última palabra, yerre o no.
Un saludo.
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