Seguiré buscando azules hasta que la retina se sature y la mirada confunda coordenadas,
hasta que el granizo se calme y la tormenta desdiga la calma
A un lado, el silencio. Al otro, la rebelión de lo inesperado, lo desconocido.
El desafío sigue siendo la vitalidad, el impulso, la riqueza del instante.
Un poco más allá, el atardecer reconcilia. Nace para él. Existe para quien lo mira. Es tuyo si lo quieres
10 comentarios:
Ya sabes que las fotos de nubes, y más con ramas, me encantan, pero la última es demasiado.
Me gusta más el azul que el blanco, la verdad...
Besicos
Después de tantos blancos como has sacado este invierno no me extraña nada que añores los azules. Además, el cielo y el mar son dos constantes vitales (arriba y abajo) de muchos de nosotros. Los que vivimos en la costa ya te puedes imaginar que lo llevamos impreso en el ADN.
Biquiños ;-)
Bellas imágenes,Raquel, me quedo con la penúltima.
Un beso.
Paz y rebeldía juntas, a veces es así
Saludos
Bonitas fotos. dan pie para relajarse y meditar acerca de la vida y la naturaleza que nos rodea.
Besos.
El azul nunca cansa, más bien nos relaja.
Abrazos.
Ese rosa predice una rebelión interna... será para bien.
Besostes mil
A ti nunca se te va a saturar la mirada, Raquel.
:)
Alguien te lo tenía que decir.
besotes
No te pierdas en los azules, que hay muchos colores más.
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