Ahora que estoy con "Billie" vuelvo a reconocer el tono, los sabores y el espacio emocional que construye.
Creo que la traducción es buena, un castellano fluido e irreverente, coloquial y afinado.
Hila fino Anna Gavalda
—Tienes razón… El problema es que después de esa frase hay tochos y tochos de texto… Monólogos súper largos… Sería muy difícil aprenderse todo eso de memoria… Pero es verdad que es una pena porque lo más bonito de esa escena, ya lo verás, está al final del todo, cuando Perdican se irrita y le explica a Camille que sí, que todos los hombres son imbéciles y que todas las mujeres son unas brujas, pero que no hay nada más bello en el mundo que lo que ocurre entre un imbécil y una bruja cuando se aman…
Le sonreí.
No nos dijimos nada más pero, en ese momento, los dos sabíamos ya lo que vendría después.
Nos terminamos la naranjada haciendo como si nada, pero lo sabíamos.
Lo sabíamos, y sabíamos que el otro también lo sabía.
Sabíamos que era nuestra última oportunidad, y que por fin podríamos resarcirnos de todos esos años de soledad que habíamos pasado rodeados de todos los imbéciles y todas las brujas del mundo entero.
Sí. No dijimos nada y nos pusimos a mirar por la ventana para calmarnos, pero lo sabíamos.
Sabíamos que en realidad nosotros también éramos hermosos.
2 comentarios:
Gracias Asun por ser mi proveedora de lecturas. El anterior, "La acabadora" (de Michela Murgia), fue de disfrutar cada línea.
No había oído hablar de ella, pero la agrego a mis futuribles. ¿Tendré tiempo algún día de acortar la larga lista?
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