Vamos a desayunar a un lugar cerca de la iglesia de San Miguelito. Aunque sea trabajar los tópicos, no sé si lo que llaman la simpatía de los veracruzanos es algo así como la de los andaluces pero la verdad es que si les das conversación, pasar un buen rato está casi garantizado. Maxi y Santy son gemelos
y la conversación llega por las aficciones al fútbol
No vamos a olvidar sus caras cuando saben que soy de España y Santy, obviamente, del Madrid.
También hay ruído en Tlacotalpan. En las fotos no se ve pero en el parquecito que está enfrente de la iglesia,
los altavoces multiplican por mil un reggaeton o un pop de bajo insistente y perturbador que solo dejas de escuchar cuando te alejas de lugar.
Un poco más allá, una rica nieve de coco nos lleva a otro momento y lugar
y seguimos camino hacia el teatro de la Casa de la Cultura.
La programación de música también es larga para hoy. Después de ver un documental sobre Don Fayo Figueroa, el contrabajista del grupo Siquisirí, nos quedamos a escuchar a un grupo de niños que ya esperan a la puerta de la sala
Hablo con ellos mientras esperamos. El grupo se llama Jaranas y Fandango
de Chacaltianguis y llevan poco más dos años trabajando. Son niños de entre 9 y 16 años y ensayan, además de sábados y domingos, tres veces a la semana
Fuerza, sentir. Ser dueños de lo que hacen. Impresionante verles tocar y bailar.
El trabajo con niños en los últimos quince años ha sido clave dentro del proceso revitalización del son jarocho que ya se viene dando desde principios de los 80
El trabajo con niños en los últimos quince años ha sido clave dentro del proceso revitalización del son jarocho que ya se viene dando desde principios de los 80
Luego volvemos al escenario de presentaciones editariales del Sotavento y allí nos quedamos escuchando de nuevo a Estanzuela,
a jaraneros de Santiago Tuxtla con su estilo más pausado
y a Patricio Hidalgo
y su Afrojarocho
Por la noche volverían a tocar después de Mono Blanco
pero antes, al medio día, atravesamos la ciudad por calles que solo reconoces si miras hacia arriba
porque el paso está lleno de vendedores
La calle es un festín
y sentirlo, un requiebro
Es el momento de vender y hay que aprovechar
Es la fiesta grande y todos quieren estar aquí. Tuvimos suerte para comer ese día y a pesar de ser muy tarde, todavía pudimos disfrutar unos tacos dorados
una tampiqueña
y unos tamales de elote
una tampiqueña
y unos tamales de elote
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