Elegimos ir a Eno Vino a cenar. Tal vez sean ya tres años los que lleve abierto pero hoy es la primera vez que vamos. (Me cuentas que estuviste hace tiempo pero que no cenaste, que sólo acompañaste a Guillermo y Rómulo porque querían comer algo después de un concierto y Eno Vino es uno de los pocos restaurantes en los que sirven comida hasta un poco más tarde).
Creo que hemos elegido bien. Nos sentados a la barra porque no hay mesas vacías y no hemos hecho reserva, y porque nos gusta esa sensación de "informalidad".(¿no será que nos recuerda a tapear más que a ninguna otra cosa?). Es siempre especial ir a un sitio nuevo y experimentar, probar nuevos sabores, el placer de degustar algo nuevo y disfrutarlo cuando es exquisito, recorrer sabores, imaginar otros, describirlo mientras aún lo descifras. (Claro que siempre es un conflicto porque también lo conocido tiene mucho encanto y hay platillos de los que nunca te cansas).
Es un menú para compartir, de raciones más que de platos grandes.
Empezamos con una carne acompañada con patelillos de puré de patatas y queso de cabra en una salsa que realmente le da el punto al plato, una exquisitez
(el cuchillo no forma parte del plato. Al fotógrafo se le olvidó quitarlo)
También pedimos un salmón en pasta philo sobre una cama de espinacas y fresas con un aderezo ligerísima en el que sientes el limón pero que no resta otros sabores
Por último, unos escalopes de mar (no sé si es eso, si así se traduce) a la plancha. El abundante ajo frito me dijo que España estaba detrás de este plato al que para completar esa sospecha sólo le faltó un aceite de oliva menos refinada
No nos pusimos de acuerdo en el postre y aunque con uno hubiera sido suficiente, como mi pasión por el chocolate oscuro se acentúa con la edad y muchos de los otros postres en el menú no me convencían, terminamos pidiendo una pastelillo con nata y fresas
y una bandeja con tres tipos de chocolates y frutillas
Eno Vino, recomendado. Una exquisita cena para un cumpleañero: ¡Felicidades mi querido Pancho!
7 comentarios:
No sé cuántos dólares os habrá costado la cena de marras, pero desde luego como sepa todo más o menos igual que pinta luce habrá sido un dinero bien empleado. Menos mal que ya he cenado, que si no... menuda envidia.
Así da gusto vivir fuera de España... cuidando la alimentación.
Bicos ;-)
Sí, bien empleado y disfrutado. Tú también la hubieras disfrutado. Claro que si comparamos la comida gallega con esta... no se lo digas a nadie pero creo que me quedo con la gallega.
Un abrazo
¡Cómo os cuidáis! Los platos tienen una pinta estupenda.
Para repetir esos platillos que tanto nos gustan primero hay que descubrirlos, así que merece la pena probar sitios nuevos.
Tawaki, no podría ser de otra manera. ¡Qué sería de nosotros sin esos placeres!
Claro, hay que probar sitios nuevos para luego poder repetir. Lo que me pasa muchas veces es que siempre pido lo mismo y si pido algo nuevo, pocas veces me gusta tanto como aquel otro plato que siempre repito. ¿No te pasa?
¡felicidades, pues!
Gracias sw, se las paso.
Un besote
Transmítele mis felicidades a Pancho, y mis deseos de que siga recibiendo regalos así.
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