¿Qué tendrán esos botones de flor para que las hormigas acicalen sus patas y los recorran de norte a sur o de este a oeste?
De cada botón una vida, una etapa, un sueño
Como las propias etapas por las que constantemente pasamos y que vienen marcadas por cosas muy diferentes para cada uno. Algunas más largas que otras, gloriosas, tristes o símplemente... simples.
El hilo de la continuidad no es homogéneo, suave, sin rasguños. Está construido por cada una de esas etapas en las que la renovación no llega de forma caprichosa sino por un empeño consciente de que ocurra. Tal vez como con estas flores
y la fantástica naturalidad con la que elaboran sus procesos, su realización, su sabio pasaje al otro vuelo
11 comentarios:
Qué tendrán muchos botones en flor para que yo tenga ganas de acicalar mis patas para recorrerlos?
Algo deben tener porque te aseguro que había muchas hormigas y otros bichejos (estoy segura de que tú eras uno de ellos) en cada botoncillo. Ummmm
Por mí que los utilizan de atalaya para contemplar todo a su alrededor desde las alturas.
:)
Pues sí que sí. Te lo creo.
(¿Ya dejó de llover?
Ojalá que sí o que al menos, escampe más que menos para que puedas escaparte al campo)
Un besote!
que te voy a decir ... que mil besos, cualquier día cuando mires tu sombra me veras pegada a ella, besos
Tengo tan poco tiempo para leeros, que veo que la primavera ha explotado en tu blog.
en Madrid llueve y mucho...
besitos/azos.
Isobel,
qué sonrisa más grande me regala ese comentario tuyo de hoy. Hermosa.
Un beso
Mariano,
Ya la primavera llegó hace rato. No importa Mariano, tu primavera aún está estallando en ti y aunque no tengas tiempo, te seguimos queriendo igual. Te lo has ganado por tu forma de ser. Así es.
Un abrazo grande
Sigue lloviendo... pero ayer tuvimos tregua (con amenazantes nubes negruzcas que no llegaron a soltar agua) para escaparnos al monte.
:)
grrrr...
al menos, una breve escampada y escapadita :-)
Buenos dias Raquel.
La vida en la city, es como un hormiguero, mal administrado. Correteamos con nuestras misiones, aportando nuestro esfuerzo, consciente e inconscientemente.Cuando salgo del hormiguero para alejarme a mis montañas, soy como la hormiga inquieta, que se sube a esa flor,
recoge su nectar y se realiza como tal.
Despues vuelvo al hormiguero, cargado con nuevas energias para continuar, lastima que despues de tanta libertad se vuelva a la misma rutina.
Excelentes fotos y escrito, que invitan a la reflexion.
Besos cargados de nectares.
Jesus
Gracias Jesús,
pues creo que tienes mucha razón. Qué buena comparación.
Un abrazo
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