sábado, julio 05, 2008

Esa llanura de verano

Campos llanos, vestidos de estío

con sus cielos clarísimos y embrujados de nube

Es Castilla y León, no cabe duda.
El coche se desliza con la facilidad de la planicie, como si conociera el camino y el retorno a casa fuera el único camino posible. Suena música adentro y la conversación fluye fácil. La certeza del saberse en el lugar también.

La imagen de los campos ya segados me recuerda que nada está vacio, que siempre, casi todo, tiene un momento y una razón

Y la imagen persiste y se instala en mi objetivo

Luego nos acercarnos a los pueblos que anuncian la ciudad

¡Ese cielo tan claro y ese horizonte son tan diferentes a los de las últimas semanas!
Lo reconozco todo, los perfiles, el aire, la luz. He estado aquí todos los días del año. Pero me asombra cada elemento. Respiro.

Luego el puente llega y sé que es mi Salamanca

12 comentarios:

dintel dijo...

¿Eres de Salamanca? Vaya... me he pasado dos veranos enteros por ahí... Es una ciudad que me encanta. Y ahora que la conozco mucho más, me apasiona. ¿Nos pondrás fotos de ella?

Raquel dijo...

Sí, soy de Salamanca. Nací en un pueblecito del sur de la provincia (ya te llevaré ahí) y viví en Salamanca desde los 11 años. El verano pasado subí bastantes fotos de la ciudad. A ver si soy capaz de no repetirme mucho.
Un abrazo

mgqseaml dijo...

Estas fotos me recuerdan muchísimo el cielo que hay en la ciudad en la que trabajo. En el centro de Madrid no se ven estos cielos. Besitos

Raquel dijo...

mgqseaml,
pensé en esos cielos mientras caminaba por Madrid, y en esa locura de poderse mover en bicicleta o pretender ver un atardecer. ¿Dónde?
Un abrazo

Irreverens dijo...

Yo descubrí Salamanca hará unos tres años. Fuímos Adri y yo en bici de montaña desde Salamanca hasta Sevilla por la antigua calzada romana de la Vía de la Plata. 100% recomendable. ESo sí, nunca en verano porque el calor es infernal.
:)

Bonita ciudad la tuya, sin duda.

Un beso y a disfrutar de tu terriña.

Marcelo dijo...

Cómo es la vida en su torbellino. Eres de Salamanca, y para ir hacia España pasaste por Chicago. Yo soy de Argentina, y tengo mis raíces en Asturias y Andalaucía, donde aún no estuve. Y el año pasado estuve en Chicago.
Preciosas fotos!

banderas dijo...

Aunque ya te lo he dicho en otra entrada ¡¡Bienvenida a casa!! porque tú, aunque ciudadana del mundo, eres de aquí y no puedes negarlo... Ja!Ja!

Un abrazote, y disfruta de esa tu ciudad... realmente hermosa. Me gustan las ciudades abarcables en un paseo largo, las ciudades con historia y arte, las ciudades para vivirlas... y la tuya es todo eso y más.

Biquiños ;-)

marta dijo...

¿No te paseaste por Chicago? Ahora es el momento de visitar el Botánico. Disfruta de tu ciudad, estuve cuatro semanas el verano pasado y me quedé con ganas de más.

leo dijo...

Me encanta el paisaje de campos, horizontal, de Castilla. Esos cielos y esas nubes son revitalizantes.
Y qué bonica Salamanca. Hace mucho que no voy por allí.

Raquel dijo...

Marcelo,
planea tu viaje a España, al norte y al sur. No te vas a arrepentir.
Un abrazo.

Banderas,
no puedo negarlo, imposible. Hoy estaba pensando que ya hace al menos un año que nos estamos leyendo.
Un besote grande

Marta,
Chicago en verano lo tengo pendiente, Madison también y otros lugares de Wisconsin e Illinois. Después de los maravillosos inviernos que nos tragamos, el verano parece ser la recompensa y la única forma de acumular energía y calor para la siguiente estación, ¿no?
Anda, sube alguna foto del botánico, por fa.

Leo,
¿quieres venir? Llegué ayer y ya tengo ganas de caminarla y disfrutarla en lo cotidiano. Ya te contaré.
Besotes

Anónimo dijo...

Raquel, me gustan todas tus fotos, pero la 4ª de esta entrada me encanta.
Es un gusto verte saborear cada momento..qué bien has aprendido a vivir.

Un abrazo fuerte.

Raquel dijo...

Only,
me gusta mucho ver a través de tu forma de mirar y de vivir de forma profunda, de contemplar con sensibilidad y de forma muy especial. Será que tú también has aprendido a vivir, que ahí estamos, siempre en el proceso. Por fortuna.
Un beso grande