¿Cómo será para los demás? ¿De qué manera reconectan los hilos de sus bordados y tejidos?
Debe haber mil formas, como mil vidas, millones de maneras de vivirlas y alimentar los ritmos de sus sentidos.
Me gustan estos días en los que me muevo fuera y dentro de mí. Os escucho, os digo en silencio y voy hablando con cada uno mientras salgo a buscar el atardecer. Pienso en todos esos mundos que Ecos del sonar me ha dejado conocer. La presencia de todos construye una casa grande con puertas y ventanas que miran a los cuatro puntos cardinales, a muchos mares, varias lunas y luceros. Todos estáis presentes, con una calidez que las voces de cada uno ha ido construyendo, las que se escuchan, las que sólo susurran.
Es especial. También por todo eso me siento afortunada.
Así lo siento, especial como el atardecer desde el monte.
Hoy el capricho quiso enamorase de la tarde, recoger sus tintes y colores.
Aunque no se puede fotografiar el sonido, dejadme que os diga del silencio lleno o los murmullos lejanísimos,
requiebros de brisa. Vuelo de pájaros aquí y allá, espacio, mucha calma
El sol aún está alto pero ya anda jugando con sus reflejos,
vistiendo al tomillo con traje de gala
y a las montañas entre sus relieves
Le miro de frente,
aunque voy buscando cobijo
para recoger todo lo que ofrece
Pienso en cada uno, con la mirada perdida en el horizonte y la comprensión de la belleza del momento, lo maravilloso de lo intangible
¿Volveré a mirar algún día estas fotos? No sé, no importa. Son de hoy, de ahora, de este atardecer que todo lo contiene
y que nada quiere, sólo estar, ser lo que cada uno quiera en él mirar
Debe haber mil formas, como mil vidas, millones de maneras de vivirlas y alimentar los ritmos de sus sentidos.
Me gustan estos días en los que me muevo fuera y dentro de mí. Os escucho, os digo en silencio y voy hablando con cada uno mientras salgo a buscar el atardecer. Pienso en todos esos mundos que Ecos del sonar me ha dejado conocer. La presencia de todos construye una casa grande con puertas y ventanas que miran a los cuatro puntos cardinales, a muchos mares, varias lunas y luceros. Todos estáis presentes, con una calidez que las voces de cada uno ha ido construyendo, las que se escuchan, las que sólo susurran.
Es especial. También por todo eso me siento afortunada.
Así lo siento, especial como el atardecer desde el monte.
Hoy el capricho quiso enamorase de la tarde, recoger sus tintes y colores.
Aunque no se puede fotografiar el sonido, dejadme que os diga del silencio lleno o los murmullos lejanísimos,
requiebros de brisa. Vuelo de pájaros aquí y allá, espacio, mucha calma
El sol aún está alto pero ya anda jugando con sus reflejos,
vistiendo al tomillo con traje de gala
y a las montañas entre sus relieves
Le miro de frente,
aunque voy buscando cobijo
para recoger todo lo que ofrece
Pienso en cada uno, con la mirada perdida en el horizonte y la comprensión de la belleza del momento, lo maravilloso de lo intangible
¿Volveré a mirar algún día estas fotos? No sé, no importa. Son de hoy, de ahora, de este atardecer que todo lo contiene
y que nada quiere, sólo estar, ser lo que cada uno quiera en él mirar
11 comentarios:
Uf... el capricho anda enamorado, como yo.
una preciosidad de post Raquel, me has hecho emocionar... yo tambien tengo ganas de estos dias de calma que se me acercan, para poder tomar conciencia de todo lo que me sucede, hasta lo más mínimo.
Un abrazo grande
Encarna
lo cuentas tan bonito y las fotos son preciosas... ¿cómo será para los demás? pues aquí todo agosto metida en la oficina, ya ves.. :(
Especial, tu lo has dicho, así llega a uno.
Un abrazo fuerte.
"...este atardecer que todo lo contiene..."
Qué suerte poder llenarte los ojos con tanta belleza.
Besos
Excelentes fotos, artista.
Besos.
Cada día tiene sus fotos, pero es inevitable echar la vista atrás de vez en cuando.
Los afortunados somos nosotros.
Un abrazo.
Dintel,
un beso.
Encarna,
tu comentario dice mucho. No se puede añadir más que enviarte otro beso para tí. Mua!
geminisdespechada,
ánimo. Seguro que tus vacaciones llegan un poco después. A veces no me importa nada estar y trabajar cuando todos se han ido.
Un abrazo
Magda,
un abrazo para ti en estos días de verano más fresquito que menos.
Leo,
estás ahí, en ese espacio abierto y esa luz que nunda. En calma.
Luis,
gracias artistazo tú.
Besos
Tawaki,
volver a mirar fotos siempre me trae recuerdos vívidos del momento y la ocasión. Ahí están, como un diario particular al que siempre puedes volver.
Un abrazo
Realmente somos afortunados de disponer de esta "conexión"...y sentirnos unos a otros , como bien dices.
Una gran suerte.
Un abrazo
( y sigues haciendo unas fotos precioooooooooosas..jaja)
Qué puedo decir! Yo no comento mucho, pero entro... te leo y te releo y siempre salgo de aquí con una sensación inmensa de paz. Tienes una bonita forma de disfrutar de tu entorno, sea cual sea. Y halago la forma en que nos muestras, con palabras e imágenes, la intensidad con que vives el mínimo detalle.
Besos y abrazos
Only,
jo, que esos piropos se me van a subir a la cabeza... Tenemos suerte de sentir todas estas conexiones y poder compartir, la verdad es que sí,
(¿y qué me dices de tus fotazas?)
Espectadora,
jo, otro halago. ¿Y de tus fotos qué me dices también?
Un beso como decía Only, una suerte poder tener toda esta buena onda.
Publicar un comentario