La he visto cambiar día a día
¿Son tan evidentes nuestros cambios y procesos? ¿O sólo hacemos evidente lo que queremos mostrar?Muchas veces pienso en lo que significa ser, vivir encontrando la belleza de la vida y sus plenitudes, crecer junto a otros y entender lo que significa encontrar también más claridad. Esta mañana, esta ventana fue exactamente eso, una imagen de claridad de adentro hacia fuera y del exterior al interior
10 comentarios:
Yo creo que los cambios son evidentes para quien se molesta en mirar con atención, que suele ser alguien que nos quiere y que nos conoce hasta en lo más intimo.
Hay muchos cambios importantes que no se ven desde fuera. No llaman la atención pero tienen efectos contundentes a medio plazo.
Me has recordado una preciosa canción: y va enredando enredando, como el musguito en la hiedra...
Besitos/azos.
¡qué bueno, raquel!
Yo también creo que los cambios son igual de evidentes en nosotros. Quizás lo que sucede es que no solemos pararnos para observarlos con detenimiento...
Qué hiedra más hermosa, por cierto.
Ahora me quedo con todas las dudas del mundo y me pregunto si se dice yedra o hiedra, o si las dos valen.
Las personas, las circunstancias nos transforman. También cómo percibimos todo. El cambio es bidireccional, cuando se produce, que no es siempre. Como esas ventanas tuyas de hoy... ¡Precioso!
Besos
Se puede decir de las dos maneras: las dos vienen en el diccionario de la RAE, aunque en yedra te remiten a hiedra.
Preciosas las imagenes!
Sí, somos como la yedra...diferentes colores y formas, dependiendo de las etapas por las que pasemos al vivir. Podemos cambiar de un día para otro, tener mil matices diferentes, somos yedra. Y música...todas las notas, todos los colores. Somos.
¿No es precioso?
Un abrazo grande!
Me encantan las fotos! Era uno de mis lugares favoritos cuando asisti a la Universidad :)
tc, esta es la primera vez que estoy en esa parte del campus. Esa torre es ya un "landmark" cada mañana.
Desde luego es un bonito lugar de referencia paisajística. Esos lugares que nos marcan la vista,el corazón y los sentidos en general son referentes de por vida que, cada vez que los traemos al presente, ganan fuerza y poseen una poder evocador maravilloso y mágico.
Yo, cuando estudiaba en Santiago de Compostela (ya llovío mucho desde entonces... que voy a cumplir 40 en unos mesitos) tenía como referencia un lavadero cercano a la residencia donde vivía. A su lado fluía un arroyo salvaje que inundaba una "braña" (con el significado nº 1 del diccionario de la RAE)... solía haber niebla... y el paisaje se transformaba en el barrio de los Pelamios. Recuerdos.
Bicos ; )
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