El pueblo ha ido envejeciendo y perdiendo habitantes. En las escuelas hay muy pocos niños. Pocos son los que se quedan. Esa es la realidad. Para muchos es un lugar de veraneo. Para otros, el lugar a donde vuelves siempre que puedes.
Lagunilla, como pueblo, no es espectacular. No ha mantenido una unidad en la construcción de las casas, en la recuperación de lo viejo, la remodelación de calles o plazas. Pero sus alrededores son un lujo para quienes les guste caminar y perderse por montes que juegan entre sierras, campos de castaños, robledales, tierras de pinos, olivares. En cada punto cardinal, un horizonte.
Siempre hablo de paseos, de lunas, de amanecidas, atardeceres. Algo en la naturaleza que me recoge o me eriza por dentro. Y la puesta de sol de hoy ha sido un verdadero regalo. No sé que foto utilizar, no pude decidir. Subo demasiadas, que me perdone quien no tenga banda ancha ni conexión a 5 megas. Necesito deciros esto
Al otro lado, como si la paz te abrazara con otro tono y cadencia, el adiós del día es así
6 comentarios:
Y tanto que un lujo. Vaya fotos, Raquel. Aún estoy con la boca abierta y sin palabras: ahí tengo que ir.
Un besote grandeeeeeeeeeee.
Mi querida Leo, hay que venir a Lagunilla, caminar y perderse por estos montes. La verdad es que es un lujo estar aquí y saber que a cinco minutos de casa puedes disfrutar de estos paisajes.
Un beso grande y que disfrutes mucho estos últimos días del año.
Enhorabuena por el cumpleaños del blog y a seguir. Merece la pena. Besos.
Madre del amor hermoso!! Que pedazo de fotografías!! No te disculpes por subirlas todas, son unas delicia para la vista.
Luis, gracias y feliz nuevo año que ya llega.
Un abrazo
Cyllan, gracias preciosidad. Hay puestas de sol que son un verdadero lujo, no?
Un besote grande
QUÉ MARAVILLA.
Gracias.
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