martes, diciembre 23, 2008

En Lagunilla

Hemos visto cómo Lagunilla ha ido cambiando con los años. Afortunadamente, los cambios no han sido tan radicales como en otras partes. Sí, las casas han cambiado pero mucho sigue siendo igual. Algunos vecinos ya no están, unos han muerto, otros se han ido a vivir a otro lugar; pero muchos siguen ahí, la señora Pilar, Reme y Agustín, Horten, la señora Margari, Luisa un poco más allá.
Aunque reestructurada, seguimos llegando a la misma casa donde nacimos. Tener a papá y mamá con nosotros es realmente esencial, el centro, la certeza de abrazo y acogida, la casa.

Aquí estoy. Llegamos tarde, de madrugada, cuando las estrellas brillaban tanto que hasta casi podías inventar su transparencia de luna grande y espejo. Olor a noche clara de invierno.

Hoy despierto entre un silencio de mañana que me sorprende, y lo hago a una luz que respira entre tejados

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y árboles que se desperezan tranquilos


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El día se desliza con un sentido de pertenencia inigualable, cada minuto en su afán, su sentido, la luz jugando entre chimeneas y picos blancos de las montañas de la sierra a lo lejos

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La casa huele a horno caliente, a naranjas, almendras, nueces, azúcar con canela. El sol y la luminosidad del día construyen el otro elemento de equilibrio.

Por la tarde, cuando el sol roza suave la montaña,

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sabemos que es la hora del paseo

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Vamos hasta la fuente de Los Mártires, la del camino que lleva a Extremadura por la carretera de los olivos

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Cielo nítido y colores inesperados cuando aún las siluetas se distinguen y el pastor camina presto

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Agotamos los momentos mientras la luz recorre el valle anunciando la noche y los tintes crean una vez más un tapiz extraordinario

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antes de regresar a la casa

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9 comentarios:

Alegría dijo...

...gracias por el paseo... mi alma te lo ha agradecido...

Momentos sin prisas, sencillos, henchidos de belleza, fríos...donde hasta el silencio puede oirse... la hierba mojada a horas tempranas y cuando cae el relente... tiempo para pensar... mirar el cielo... observar cómo vuelven las nubes... oir la canción del viento... ¡Eso es un instante de FELICIDAD...!

Olga Cánovas Galindo dijo...

La vuelta a casa debe ser reconfortante y está clarísimo que para ti lo es. Disfruta de estos días con los tuyos.
FELIZ VIDA! y que en cada paso encuentres una estrella que llene tu cielo.
BESICOSY ABRAZOS POR SIEMPRE!

isobel dijo...

que bien sienta la vuelta a casa, es como si volviese a reencontrarte contigo, bueno... eso es lo que a mi me ocurre, un abrazo fuerte

Alma ser dijo...

Felices Fiestas y mejor año Nuevo y que sigas delitandome con TU BLOG

Juan Luis Dammert dijo...

Que bonito Raquel, se siente el aire del Paraíso por allá.
Y parece que internet llegó a Lagunilla, ¿no? Un abrazote
Juan Luis

Raquel dijo...

Alegría,
y dejar que te llegue así, tal y como a ti te ha llegado. Eso.
Un abrazo

Espectadora,
siempre es emocionante y especial. Así lo vivo.
Gracias y también mucha felicidad y todo lo mejor para ti.

Isobel,
me acordé de ti y cómo te sientes cada vez que vuelves al pueblo.
Muchos besos

Toni,
gracias. En cuanto tenga mejor conexión voy a verte.
Un saludo

Juan Luis,
sí, llegó. Aunque a veces con mucha dificultad. Estás aquí, ya lo sabes.
Besotes

dintel dijo...

Me encanta el olor que hay en tu casa... Lo he podido oler perfectamente, al ir leyendo.

Minombresabeahierba dijo...

"Por la tarde, cuando el sol roza suave la montaña", es mi horario de cada día, para salir a caminar y oler los perfumes. abrazote

Raquel dijo...

Dintel,
pensando en ti mientras hacemos comidas y resposterías varias. Y alguna puerta, ya te las enviaré cuando pueda.

mnsah,
qué bien, qué rico. Disfruta tu sol de verano de ahora. Y un abrazo grande