Dos días para recoger retazos y vivir el reinicio.
Aunque sin sol, se agradece ese termómetro marcando positivos. Aunque sólo sea uno.
Y como nada es predecible, este año los regalos de cumpleaños se adelantaron. Creo que su conexión es la de contrarestar pérdidas y ganancias. Puede ser. Entonces, tal vez, para que la nieve no me gane los pasos
y para que las manos no se olviden de cómo se sienten las masas y los aromas puedan seguir recreándose aquí y allá
5 comentarios:
Mmmmmmm regalines y felicidad... ¿Qué más se puede pedir?
Ya nos dirás entonces, para acertar...
Un beso.
Revivir el inicio. Aspiración suprema de bucle vital.
Salud y felicidad, Raquel.
Dintel,
nada más, tú lo has dicho. Ah! no, se me olvidaba... pues, un trapo de cocina cosido a un mandíl y diseñado por Dintel ;-)
Alegría,
ya te diré. Todavía falta un poco.
Besos
Fernando,
siempre en esa espiral que tanto nos da y no deja queriendo.
Besos
Esquís y tartas, qué maravillosa combinación.
:D
Besotes
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