Este es otro de los sitios por donde solemos pasear. Ha llovido tanto estos días que en el momento que sale el sol, aprovechamos para salir a caminar.
En el Vallejo de la Mata es donde se celebran las fiestas del verano, el baile de por las noches
Todo tan diferente en esta época del año...
Llevo viendo estas imágenes desde niña, en invierno y en verano. Son de los lugares que entrelazados en la memoria, parecen pertenecer a tu vida, como si fueran propios. Probablemente pase con muchos espacios físicos pero en lugares pequeños, esos espacios se sienten muy entrañables.
También por aquí venimos mucho, en cualquier momento
Es la fuente de los Mártires. Creo que ya he comentado en algún otro momento que la llaman así porque por ahí pasaban los presos que llevaban a galeras desde el castillo de Montemayor del Río al de Granadilla.
Un poco más abajo comienza ya Extremadura
Y en ese pequeño valle siempre hay escenas pintorescas
No es el verde del norte, pero con estos días lluviosos ha reverdecido la tierra. Me gusta mucho ver los contrastes en un espacio relativamente pequeño, lo que no es imagen estereotipada de lo bucólico y exacto
Caminamos y charlamos. Con mamá vamos hablando de todo lo que se trabajaba en su época, del fuerte salto generacional de entonces a ahora, de las formas y medios tan diferentes de vivir, del vertiginoso ritmo de la tecnología y especialmente, de cómo la tecnología digital ha revolucionado y seguirá revolucionando las comunicaciones y muchas cosas más.
Más allá, mientras miramos la otra ladera, mamá nos habla de la finca de La Jara, la que ella heredó de sus padres y que ahora pertenece a una de mis hermanas:
Entonces bajábamos dos veces por semana a La Jara, los jueves y otro día que no recuerdo muy bien. No se podía bajar más días. Íbamos a vendimiar, a recoger higos, a recoger aceitunas. Había dos guardas que vigilaban para que sólo cogieras la cosecha de la finca que te perteneciera. Teníamos una jaca que era muy valiente. La llamábamos Jaca, y un burro que era muy alegre y que siempre caminaba muy deprisa y parecía ir contento a todas partes. Lo llamábamos Gabino porque se lo compramos a un señor que venía al pueblo, era de Las Hurdes y se llamaba Gabino. Cuando subíamos de la finca con la carga, si nos cruzábamos con alguien en el camino le ofrecíamos de lo que lleváramos. Un día nos encontramos con F.A., un pintor que vivía en Madrid y que venía a pasar aquí unos días. En Madrid le cuidaba una señora de Lagunilla así que por eso sabía del pueblo y venía a veranear aquí. Los dueños de la casa donde vivía eran gente humilde y tenían cabras. Cada día se llevaba una cabrita al Vallejo para pintarla. Siempre la misma. Era bonita, rojita, con un remiendo blanco en la tripa. El señor era muy meticuloso, ordenado y metódico.Escuchábamos la historia mientras se abría la puerta de los recuerdos
El día que nos lo encontramos traíamos higos y le ofrecimos. Aceptó por no hacer el feo, cogió dos y se comió uno y medio. Luego él mismo decía: “si supieran mis amigosss de Madrizz que me he comido higo y medio, me hartarían de bruto”.
19 comentarios:
Cómo me ha gustado esta entrada, Raquel...gracias.
Un besito
que haríamos o que sería de nosotros si no supiésemos disfrutar de lo que queremos, y cuanta fuerza nos da, que regalo mas bonito, yo sigo pidiendo a los reyes magos que nos regales música, un abrazo llorón de alegría o de sentimiento o de felicidad.
Precioso lugar. Esta entrada me ha gustado especialmente.
Preciosa entrada, y no precisamente por los verdes (Je!Je!)... sino por ese recuerdo de infancia tan bien narrado.
No sé por qué ciertos recuerdos de nuestros primeros años se fijan de una forma especialmente vívida en nuestra "retina" (en forma de recuerdo propiamente dicho o incluso de sensaciones casi imposibles de justificar) y son de los más queridos hasta el fin de nuestros días.
Bicos de Reis ;-)
Es una entrada muy especial Raquelí!!
Feliz día de Reyes.
En mi blog he colgado una entrevista a tres escritoras espanolas: Elena Casero, Isabel Barceló y María G. LLiberós.
Os agradecería que le dedicaseis un ratito y un breve comentario.
Danke!!
Besotes
Con los buenos que son los higos!!!! Genial el paseo de hoy, lo he disfrutado.
Qué bien, Raquel, qué bonito paseo. Así da gusto.
Cada vez tus fotos son mejores y tus textos ni se diga.
Un abrazo fuerte, querida RAquel...¿ cuándo nos veremos?
¿ será posible algún día?
Qué ganas que tengo de sentarme a conversar con vos...
Coincido con todos los demás en que te ha salido una entrada encantadora que, además, nos desvela un poco más de ti.
:)
Besotes
Raquel: Gracias por esta entrada, por la historia y por las fotografías. Me ha emocionado.
Un abrazo
Sí, es emocionante, sin duda.
Cuando se abre esa puerta y entran en tropel, es difícil contener la emoción. Pero nos llenan de vida. Nos insuflan dosis de nosostros-mismos.
Un abrazo.
Hermosa entrada. Por la sucesión de las imágenes, has conseguido que pasearamos contigo. Yo que tengo orígenes rurales, agradezco siempre esos momentos. Esas escapadas que son un reencuentro con sensaciones esenciales y sencillas de nuestro paisaje vital.
Gracias.)
Mariluz,
gracias. Pensé en ese verde de uno de tus sitios favoritos.
Besos
Isobel,
disfrutar de lo que queremos y saber escuchar lo que nos dicen los días.
Un abrazo
Rubén,
muchas gracias, y cerquita de Hervás.
Banderas,
por supuesto que pensé también en los verdes de tu norte.
Y los recuerdos... tan vitales, la llave de nuestra(s) historia(s).
Besos
Mita,
gracias!
Buena idea lo de la entrevista y por supuesto, la elección de las escritoras.
Besos
Dintel,
buenos y ricos los higos!
Qué bien ese disfrute, me da muchísimo gusto.
Leo,
un anticipado regalo de reyes, ¿no?
Julia,
mi querida Julia, sabes que yo también tengo las mismas ganas. En algún momento será. Estoy segura.
Un abrazo grande
Irreverens,
gracias!!! No siempre sale o no siempre se puede.
Besotes
Elèna,
mientras la escribía me estaba acordando de esas historias tan bonitas que de vez en cuando cuentas relatando recuerdos de tu niñez. Siempre me encanta cuando las cuentas.
Fernando,
como si se hiciera un poco más grande la vida, tienes toda la razón. A veces me asusta no recordar cosas porque es como perder una parte de ti.
Besos
Charm,
gracias a ti también. Muy cierto lo del paisaje vital.
Un abrazo
Cómo me gusta recoger higos y comerlos en las caminatas...
besotes
Me ha encantado tu relato... mucho, mucho, muchísimo... Me parece estar ahí, escuchando vuestras conversaciones y admirándolo todo...
Un beso.
Los paisajes cambian, van y vienen en un círculo, pero la historia camina por una espiral.
Un abrazo.
mnsah,
siempre tan especiales los higos y esa capacidad de la higuera para el aguante, ¿verdad?
Besotes
Alegría,
sé que es del tipo de cosas que te encantaría vivir. Tú misma lo vives siempre que puedes.
Un abrazo
Tawaki,
sí, yo también pienso lo mismo.
Un abrazo también para ti.
Estaba recordando los veraneos durante mi infancia en este lugar que son muchos y entrañables a pesar de vivir muy lejos de allí. Me ha encantado recordar de un vistazo todas esas sensaciones con tus fotos, aunque mi manera de vivir aquellos paisajes haya sido otra espero algún día regresar allí con una buena cámara y tomar mis propias fotografías. Muchísimas gracias por hacerme recordar, no podemos dejar que lugares tan encantadores queden olvidados por estar un poco apartados
Un saludo tocaya :)
Hola Rak,
¿Dónde vives? ¿Naciste en Lagunilla o ibas allí los veranos?
Un abrazo y gracias por el mensaje
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