Pocas veces las revistas de los aviones incluyen artículos de lugares a los que la compañía no viaje. Como coincidencia, la de este vuelo traía un artículo acerca de Valencia. Entre otras cosas, elogiaba la Lonja, el mercado central y las calles donde las terrazas de los bares buscan el cobijo de los escasos árboles que pueden crecer en las calles de la ciudad.
Todo eso es nuestro destino, aunque como en otras ciudades, pensamos que es mejor comenzar por el centro, la Plaza de la Reina
Viviendas, edificios civiles y religiosos se agolpan en ese espacio que entremezcla tiempos y gentes. Sólo acercándote vas descubriendo los encantos
Hacemos el recorrido de monumentos por el centro histórico, empezando por la catedral
y seguimos camino hacia la Plaza de la Virgen atravesando la calle estrecha desde donde el minarete, el Miquelet, cobra altura
Este centro no sólo lo caminan turistas sino quien aquí vive. Algunos van deprisa, otros más léntamente, abanico en mano, del brazo de la amiga
Dejamos atrás la plaza
y caminamos por la Calle de los Caballeros, que como otras calles del centro, se abre a pequeñas plazas que alojan ayuntamientos, palacetes
o casas
y se deja caminar en sus estrechas aceras
Nos guían la intuición y los campanarios, iglesias que, como la de San Nicolás,
asoman entre las viviendas,
y articulan espacios inesperados
O esta otra con la que compiten esos balcones que también buscan la altura
Cada calle te abre otros callejones
Frente a la puerta trasera de la Lonja me digo que este centro histórico hace mucho tiempo que se quedó sin espacio. Todo parece estar un poco encajonado. Esta maravillosa puerta (quemada de sol a esta hora)
no respira en su pequeña calle de la Lonja,
aunque al otro lado del edificio, otra entrada similar se puede ver un poco mejor
Adentro, la sala es espectacular
los detalles,
puertas interiores y patios.
Al salir, el bullicio del Mercado y el movimiento de gente, los puestos para turistas o no turistas
Y adentro, el mercado central,
que a estas horas ya está bastante vacío. Puestos de pescado, carne, verduras, marisco, frutos secos, especias,
Por un momento recuerdo los mercados mexicanos o peruanos y sé que esto es otro mundo. Productos, colores, ruidos y gente. No hay duda.
Y si los puestos para turistas o no turistas venden productos típicos, no podría faltar una horchata o un zumo de naranja aquí mismo
El sol se deja sentir vivo a la salida. Encrucijada
Seguimos caminando por calles que se nos regalan
0 las que me vuelven a recordar ese artículo en el que te recomiendan volar a Valencia
Disfrutamos mucho ésta
y caminamos por otras que muestran el antes y el después
Los Arcos de Serrano es lo último que vemos,
con su gigantesca puerta
y su cantería exterior
Volvemos al centro por otras calles estrechas
hasta llegar de nuevo a la plaza de la Virgen,
donde nos quedamos un rato escuchando a un grupo de músicos de la Orquesta Árabe Palestina. Tocando en el pórtico de la catedral anuncian un concierto que darán el 13 de julio
Es casi la hora de comer y como la paella no puede faltar en este día de todo Valencia, vamos al Palmar a comer una de bogabante
Recomendado. Aunque haga calor, no te hace falta ni abanico
Es generosa la Albufera.
7 comentarios:
Usted que me conoce,sabrá que quedé obnubilado con la paella a la valenciana.
Besotes
Me encantan estos viajes a los que nos llevas de vez en cuando.
La paella es el remate perfecto.
:-)
Un beso.
Minombresabeahierba,
acuérdate de ese sitio para cuando vengas de visita. La paella tradicional es de conejo y pollo (con caracoles y verdurita también)pero la de bogabante que comimos, increible. Hay que comerla!!
Besotes
Leo,
gracias Leo. Luego voy a verte.
Un beso también para ti.
Creo que en breve voy a Valencia.
En esta sí he estado varias veces y siempre me gusta volver.
Dintel,
luego me cuentas la experiencia. Me gustaría saber cómo la vives.
Tawaki,
es interesante volver a un lugar varias veces para conocerlas mucho más de cerca. Qué bueno.
Oye, ahora que lo pienso: quizás hasta te cruzaste con Elèna Casero...
:)
Esa paella tiene (tenía) una pinta bárbara.
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