el quehacer que te devuelve a la realidad
la rutina menos rutina de lo que uno quisiera
esto y lo otro que terminar hoy, sin falta,
pero sí un momento de salir y encontrar esto
Al lado de casa, este árbol está perdiendo todas sus hojas. En dos días maduró y recreó el marrón con tal intensidad que hoy, a las 2 de la tarde y con el sol jugando sin descanso, luce con un esplendor imposible. Estas fotos sólo lo dicen a medias
No le importa el derroche. Aunque el brillo del sol no juegue su hojas caídas ni las maquille,
ahí está, diciendo adiós, aún no detenido, aún despierto: es momento de cambiar de rumbo y preparar el otro vuelo, iniciarse en la otra estación. Es momento.
6 comentarios:
Estos momentos de transición, de calma espera, son impagables.
Y no hay suelo mejor tapizado que el que se cubre con hojas caídas.
Besitos/azos.
Tanta belleza. Da muchas ganas de seguir.
Jolines Raquel me gustan muchísimo tus fotos. Realmente captas la belleza :) Se pueden sentir esos rascacielos sobre la cabeza y esas hojas caídas bajo los pies.
Mariano, como bien dices, esos momentos son un tesoro en días en los que parece que todo se acumula
Leo, no lo había pensado así pero me fascina tener que así lo sientas. ¡Qué bueno!
Cyllan, gracias.
Un abrazo para los tres
Jope, pones el listón muy alto pero si este fin de semana nos vamos por ahí, prometo intentar sacarle los colores a la naturaleza gallega y exponerlos en mi blog.
Feliz Halloween!!
No te creas. Ese campo de allá tiene mucho que decir y muchas imágenes con las que no se puede competir.
Un abrazo
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