¿Cómo no sonreir si el día construye un abanico de colores?
Mira, es imposible no dejarse llevar por esta claridad, esos cielos prendidos de transparencia, vitales los colores,
despiertos y vibrantes
Todo el día ha sido así, ese brillo y esa transparencia llenándolo todo
Es difícil explicar lo que días así te dejan por dentro. Se agradecen muchísimo en esta época del año, y tal vez más por por ser inesperados. No sabes si es la brisa cálida, los 25 grados, o la frescura de las ramas,
el estar entre ellas y dejarse envolver, rodearse del destello que te deja moverte con los hilos invisibles de la vida
Cómo no sonreir si el día construye un abanico de colores
y te lo regala sin reparos,
sus siluetas recogiendo vuelo
y su beso ya dorado, perfecto
6 comentarios:
Añoraba tus post. Esto de estar liada hasta las orejas y no parar por casa más que un par o tres de horas me impide la lectura paulatina de estos. Pero no me he ido.
Tengo muchísimo trabajo ahora, todos los exámenes,...me llenan los ojos de armonía estas fotos.
Con tu permiso, me voy a quedar con esta última para algunos versos de mi blog (con tu nombre,claro).Te parece bien?
Besos casi otoñales.
Dintel,
yo también ando sin nada de tiempo así que te entiendo perfectamente y no pasa nada, de verdad. Ahí estamos. Abrazo grande
Mita,
mi mamá dice que qué vida ésta, que ya nadie tiempo para nada y que siempre andamos con demasiadas tareas... Pues sí, es cierto.
Utiliza las que quieras, claro que sí.
Y besos para ti también. Mua!
Que belleza.
Magda,
dime si por allí también ya asoman esos cambios de color.
Un abrazo
Claro que sí, ya asoman, ya se los empieza a disfrutar.
Un abrazo enorme
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