A pesar de todo el verde de los árboles y de la hierba, ya no se pueden ignorar los colores que van asomando. Es el circo vegetal de cada estación, le troupe vestida de septiembre, dorada y vegetal
Llevo ya días mirando el florecer de éstas espigas
Es tiempo, me dicen,
nosotros también tenemos que matizar nuestros colores y nuestro vestido
Es tiempo, me digo.
Dejo la bicicleta junto al camino y me paro al ver ésto
Por fin entro en razón y entiendo que ya no es verano, que el otoño ya llega. Ni siquiera es esa etapa de transición en la que a escondidas esperas que, por alguna razón misteriosamente despistada, el termómetro vuelva a jugar entre los 30. Hay que guardar las sandalias, éstos colores te lo dicen
Y éstos, a pesar de que la luminosidad del día casi juegue a confundir estaciones
En ese fragmento del camino me doy cuenta de la belleza de las etapas
Tal vez no nos gusten las transiciones por la sensación de desestabilización e inseguridad que pueden provocar, pero son las que nos conducen a los diferentes destinos. Una vez allí, el continuo se alimenta de esa maravillosa diversidad de las diferentes estaciones. Mucho en ellas, muchas de sus sutilezas acompañando el hacer de nuestras manos y el devenir de nuestros derroteros
Mirado de lejos o de cerca, así es
Los colores te lo dicen
8 comentarios:
¡Qué maravilla poder relajarse así después de un día agotador! Gracias guapa
Que maravilla, la pesada de siempre se postra ante tu forma de mirar, gracias y mil besos
El movimiento siempre es inestable, desestabiliza, pero nos leva a nuevos equilibrios, que volveremos a perder y...
Sabía yo que tu nuevo otoño no me iba a decepcionar. Maravillosas esas espigas.
Besos.
mmm... en el fondo, yo soy otoñal, así que ¡bienvenidos sean los cambios!
Además, ¿qué otra cosa es la vida sino una mutación permanente?
:)
Besotes
Anónimo,
qué bien, me alegro haberte podido dejar eso.
Isobel,
anda, anda... igual de pesada soy yo con tus pinturas. Un gusto poder compartir todo esto.
Un abrazo grande
Leo,
así es, un continuo que no termina. Y afortunadamente.
Besotes
Irreverens,
sí, una mutación permanente.
Mariano y tú, otoñales del todo. ¡Llega tu época favorita!
Un besote
Me ha encantado la analogía con el circo. También me he relajado leyéndote.
jo, siempre que veo tus fotos me dan ganas de comprarme una cámara buena.. pero luego me doy cuenta que no, que me faltaría mucho más :)
Dintel,
umm... esas cosas que salen así, como inesperadas.
Besos
geminisdespechada,
no creo que te falte mucho más. La mirada que sabe lo que quiere ya la tienes... y mucho más. Vamos, adelante.
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