Estos últimos días ha sido bonito despertar y encontrarse con una neblina que todo lo baña. Luz tamizada transformando, luz templada, cargada de humedad. Te envuelve. No asusta. Sabes que luego levanta y abre puertas para que el sol desdiga melancolías o tristezas.
Estos días no tengo que levantarme y poco después salir de casa. Agradezco mucho el café, el rato que me demoro en despertar mientras me pierdo en la luz que léntamente va cobrando claridad. Luego comienzo a trabajar, junto al ventanal
Entre el verde, las huellas del otoño ya se empiezan a sentir. Cada año es diferente y éste viene así. De forma aislada y casi imprevista, un árbol aquí y otro allá arden en colores, pierden sus hojas o las mantienen para construir su acuarelas de color. Es nuevo poder abrir las ventanas y dejarse empapar por un aire cálido.
Cuando puedo hacer una pausa, salgo y busco el árbol de las transparencias
Me quedo un momento bajo su ramaje
y pienso en lo hermoso del momento y cuánto me gustaría fotografiar la frescura del olor y la brisa juguetona y suavísima, entregárosla, que la sintáis tal y como yo la siento ahora, y que esta noche cuando os lo cuente, también ella os recorra
11 comentarios:
Otoño y su eterna melancolía. Me encanta esta estación.
Y qué suerte poder asistir con calma ante estos cambios, disfruta de ese café.
Hola Elita,
¿te llegó la frescura y la brisa?
Un abrazo
aquí ha llegado la brisa y algo de lluvia, pero vaya diferencia lo que veo yo por la ventana!! ni te lo imaginas...
Pero que bello despertar, los mios tienen esos colores también, pero es que tú los fotografías maravillosamente, me siento ahí.
Un beso
A pesar de las horas en las que te escribo (22:46h), me he sentido despertar... y me ha parecido oler el aroma del café.
:)
Tengo que salir a respirar campo!!! Gracias por darme el empujon.
Geminisdespechada,
pobrecita, ¿qué ves?
Magda,
qué bien. Si quieres, manda una foto de los colores de tu despertar y la ponemos en una entrada, ¿quieres?
Irreverens,
claro, claro... y chocolate (aunque sea por la mañana) por ser tú.
Marta,
el parque junto al lago debe estar precioso... sí, un paseo por el campo ahora que ya dejaste muchas millas en coche tras de ti.
un patio de vecinos... normalmente al viejo de enfrente en calzoncillos... :(
ja ja ja
Me llegó, me llegó. ¡Y las ansias por un invierno de verdad también!
Me ha llegado. Me encanta la foto frondosa convirtiéndose en otoño.
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