¿Es una noria a lo lejos?
Sí, sí. ¡Es una noria! Es una feria. Tanto tiempo sin...
Muchos recuerdos. Éramos niñas y cuando llegaba septiembre era el momento de ir a la feria. Ya se habían acabado las fiestas del pueblo y la escuela no comenzaba hast un poco después. Eran los últimos días para estirar las vacaciones de verano. En el pueblo también había feria pero no era lo mismo. No era la de los colores, los olores, la gente por todas partes, la tómbola, músicas y ruido aquí y allá. La del pueblo era otra cosa, más para los ganaderos, que compraban y vendían ganado, y quizás aprovechaban el viaje para comprar otras cosas que hicieran falta para las faenas del campo o para la casa. Pero para la feria que a nosotros nos gustaba todavía había que esperar una semana. El sentir del tiempo era muy diferente entonces pero esa era más o menos la cuenta, una semana.
Tanto tiempo sin ver una noria.... Pensé dejarla de lado y terminar esa milla que me faltaba para llegar al centro de Verona, pero en el cruce, olores, músicas y ruidos me llevaron hacia allá. El olor inconfundible de algo en la sartén me hizo pensar que había churros. Por supuesto que no era. Otras cosas sí había,
algodón dulce incluido, aunque tan empaquetado que pierde la gracias y la maravillosa sensación de tenerlo y no tenerlo entre los dedos o en la boca
Pero sí otras cosas que parecen el centro de la feria y que viajan de una a otra sociedad. Ahí el eterno girar de los caballitos
y la conformidad de quien los monta,
los papás vigilantes
y el hijo que invariablemente comprueba que le dedican toda la atención, sonríe y saluda en cada vuelta
Siempre hay color
y a veces hasta inesperadamente sicronizado
Pero siempre lo hay
No puedes imaginarlas grises. Ni siquiera con el dramatismo de algunas de las diversiones
o cuando las nubes amenazan con competir con el estruendo de músicas y máquinas
Tanto alboroto y a la vez, todo tan organizado, como muchas otras cosas en esta sociedad: niños que no corren ni gritan tanto como en otras partes, gente que no habla a voces, el respeto al espacio individual que se covierte en espacio para todos. Visto desde fuera, así se siente. Desde dentro, todo cambia un poco. Lo que a veces se puede ver como falta de pasión, no es tal. Es otra forma de comunicarse, de ser social y de expresarse.
Veo a un grupo de adolescentes y pienso que tal vez estén celebrando que hoy ha sido su último día de clase y que las vacaciones ya comienzan
Aquí y allá, hay muchos lenguajes comunes compartidos. Ferias y gentes, entre otras cosas, nos lo recuerdan. (Aunque unos sitios sean más ordenados que otros. Sh....)