viernes, julio 20, 2012

Ayer y hoy

Los cielos también tienen estaciones. Al final del día recogen la esencia de sus horas de luz. Los dos primeros son de ayer en Salamanca, después de uno de esos días de calor que llegan a la noche con sus 28 grados

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Los últimos son de hoy en Lagunilla. Contienen todo el aire, los rumores y los pájaros del atardecer, la frescura del lugar y la plenitud de este rincón al que llegar significa encontrar

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sábado, julio 14, 2012

El tiempo sabe

El tiempo sabe de sus estaciones y ritos. Entiende que la frescura del verde deja paso, que el dorado todo lo inunda

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Es estío

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y es Salamanca

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miércoles, julio 04, 2012

Ángeles

Ángeles González Paraíso, Angeles Paraíso, Lines.
17 de marzo de 1953 - 27 de junio de 2012.

Así se veía a sí misma

VerseASiMismo

Esta fue la foto que elegió para la exposición “Verse a simismo” en la que participó junto a otras fotógrafas en el otoño de 2006. Hacía un año que había hecho el cambio a la fotografía digital y a pesar de que le costó aceptar el cambio por lo que conllevaba, enseguida encontró el modo. Sabía mirar de una forma especial. Tenía ese talento que no se enseña y que se cultiva desde adentro. Tenía, además, la capacidad de trabajo y la paciencia que hacen falta en fotografía. Esa era su verdadera pasión. 
Eso, su familia, sus amigos y su vida.
En casa la llamábamos Lines. Cuando alguien que no fuéramos nosotros la llamaba así, ya sabíamos a través de quién venía el contacto. Para todos los demás era Ángeles y así le gustaba que la llamaran. Así firmaba sus fotos y así afirmaba muchas de las cosas de las que estaba plenamente convencida. Fuerte y valiente, me cuesta pensar en algo que no se atreviera a hacer. (Bueno, sí, recuerdo que el verano pasado quise que montáramos en bicicleta y descubrí en ella un resquicio de miedo de cuando de pequeña y se cayó de una, lo cual le dejó una cicatriz en el tobillo derecho.)
Fuerte y valiente. Generosa. En estos días en que la recordamos con intensidad, muchos de las cualidades que la hacían especial cascabelean en nuestra razón, nuestro sentir.  Ese mismo recuerdo confunde razones y sentires, y se convierte en su imagen. Sonríe. Sabe.

¡Cuánto vivido en todos estos años! ¡Cuánto de cerca y cuánto a pesar de las distancias físicas!

Nos deja mucho.  Desde el principio de su enfermedad siempre nos dijo que había disfrutado con intensidad lo vivido, que no sufriéramos por ella.
Es difícil reconciliar la vida y la muerte. Difícil entender un final que llega demasiado pronto. Luchó hasta el final. Confió y tuvo esperanza. Luchamos con ella. Rezamos. Dios. Buscamos, enlazamos círculos de energía y luz. Yeyemaya. Eleggua. Virgen de Guadalupe.
La entrega personal con la que ella siempre vivió, la recogió con creces. Fue asombroso ver cómo sus amigos la cuidaron y estuvieron junto a ella hasta el final.
No puedo nombrar a todos porque son muchos. Nunca la dejaron sola. Nunca la dejamos sola.
Ni el jueves 28 de junio en el Tanatorio de Madrid ni el sábado 30 de junio en Lagunilla pudimos hacerle la ceremonia  que a ella le hubiera gustado. Quede aquí el compromiso para hacerlo en un futuro. Encontraremos el momento y el lugar.

Gracias a todos por estar cerca de ella, por haberla querido tanto y haberla hecho nuestra más maravillosa consentida.