sábado, septiembre 30, 2006

Patos emigrando

Paisajes bellísimos de un otoño impredecible, de lluvias, cielos claros, granizo, brisa cálida. Con el tiempo he aprendido a querer este paisaje de Wisconsin, plano y suave, articulado por una naturaleza feroz y fuerte que a menudo no es gentil (los veranos son calurosos y húmedos, los inviernos son interminables y fríos, la primavera apenas si se deja notar y el otoño es caprichoso, a veces amable, otras tan frío como el de este año -aunque eso sí, con veranillos de San Martín-).
Volvemos de Fond du Lac donde hemos tenido una presentación en la biblioteca pública. Mil patos salvajes se reunen junto a una laguna cerca de Columbus, un pueblecito a unos 40 km. de Madison. Es fantástico verlos. Parecen estar planeando la nueva etapa del camino, reponiendo fuerzas tal vez. Algunos ya han iniciado su viaje al sur. Siempre en línea. Siguen su ruta sabia. ¡Qué maravillosa intuición y qué distinguido su vuelo!.

jueves, septiembre 28, 2006

Transiciones

¿Hay realmente etapas en las que sí se llega a puerto? ¿O es que siempre estamos llegando pero no lo percibimos así? ¿Vivimos en una transición constante? A veces, las etapas que se sienten más transitorias suenan con mucha intensidad. Como si no pudieramos determinar su rumbo. No sé dónde están las rutas fáciles y llanas. Mil sutilezas a cada tramo del camino, mil arcos iris abrazando o distendiendo.

martes, septiembre 26, 2006

Xstring Quartet en octubre


Hay proyectos musicales con los que tienes la sensación de que han vivido contigo toda una vida, y que cuando cristalizan, asoman con toda la belleza que el derecho de ser les otorga. Así es Xtring quartet. Después de un viaje a Colombia, después de estar en la región de Santander, después de tocar con músicos de Bucaramanga -José Siro Rueda, Luis Rueda, Rafael Aponte y Jose Antonio Huando- este proyecto de música colombiana (santandereana) surgió con todo su esplendor. Aprendimos repertorio, transcribimos canciones, empezamos a recorrer los rincones y minucias de bambucos, pasillos, danzas y guabinas que re-creamos para nuestra instrumentación (bandola, mandolina, violín, tiple, guitarra y bajo), comenzamos a crear nuestro sonido. Lo mejor fue reunirse, tocar, reir, disfrutar, entendernos, confiar en el otro y embarcarse en la aventura de esta música sutil, intricada, exigente, amable y dulce.
El 24 de junio tuvimos nuestra primera presentación, un concierto en el que además de tocar, incorporamos, como fondo, imágenes de fotografías que tomamos en el viaje, videos, y lecturas de algún fragmentos del cuaderno de bitácora que en aquel momento escribí. Queríamos regalar otra imagen de Colombia (o al menos de una parte de Colombia), queríamos, más que nada, compartir lo bonito del viaje, la bienvenida constante que el país te ofrece, los paisaje inmensos y telúricos de montañas indescriptibles, valles apasionantes, ríos y vegetaciones hermosísimas. Comida exquisita. Personas encantadoras a cada paso del camino.
Enrique, como buen colombiano, nos llevó de la mano en ese viaje. Conocer a su familia, tocar con su papá y su tío, y compartir con él en Bucaramanga fue uno de los motores del viaje. (El viaje nos acercó aun más. La música que luego fue surgiendo se convirtió en un regalo más grande de lo que habíamos imaginado). Selim se apuntó también (sin hablar español, pero sabiendo tocar la guitarra y, sobre todo, sabiendo ser una persona sin miedo para recibir y disfrutar lo nuevo. Genial). Pancho no podía faltar, es pieza clave, compañero y creador. Muchas cosas encantadoras pasaron en ese viaje. Vida. Nos dejamos llevar, planeamos pero sin demasiado esfuerzo para dejar que los días nos regalaran sus propias iniciativas.
Sí, ese concierto del 24 de junio marcó otro comienzo. Plenitud. Idilio entre sonido, imagen y escritura. Una buena amiga leyó los textos del cuaderno de bitácora, fragmentos relatando momentos vividos en Bucaramanga, Bogotá y Cartagena. Su voz y su talento cautivaron mi alma. Palabra viva junto a la imagen y a la música. Plenitud.

Seguimos entusiasmados. Hoy Selim confirmó nuestro próximo concierto el 21 de octubre.

lunes, septiembre 25, 2006

Sol a fines de septiembre

Espiral infinita del tiempo, las estaciones, la subjetividad del tiempo y las estaciones, los días, el segundo. Comenzó el otoño. El verano se nos fue demasiado deprisa. ¡Cómo disfruto cada uno de esos días cálidos, largos, sin mucha oscuridad, con mucha luz! ¡Cómo disfruto las noches de verano, largas, luminosas, luciérnagas, recorreres cálidos entre las ramas!
En Madison, el otoño trae la premonición de sus inviernos, largos e imposibles. Me propongo no pensar más allá de hoy pero me cuesta. Hoy, por suerte, hay luz y el verde de los árboles aun vibra en su madurez.

sábado, septiembre 23, 2006

Partir

El espacio que nos separa es el que también nos acerca. Tu ida es el comienzo. Tu voz vuelve a tener el sonido imaginado. Vuelve la inquietud de la soledad, el tapiz tamizado y enredado en los ríos interiores que quieren abrirse para que los leas y realces con tu entender. Solo ciertas formas de entender los viste de gala. (Nos viste de gala).

viernes, septiembre 22, 2006

Músicas y ciudadanos del mundo

Ayer comenzó el tercer festival de músicas del mundo aquí en Madison. Abrió el festival el grupo Tlen-Huicani, un grupo de música mexicana -jarocha principalmente- que dió la mejor bienvenida al festival con su música vibrante. Energía, bellísimas voces, arreglos musicales cuidados, honestidad, inteligente pizca elegida para robarse al espectador. En la primera parte del programa el grupo se pasea por diferentes regiones de México y ofrece una selección de canciones que representan un pedazo de la gigante producción y variedad del folclore mexicano. En la segunda parte se quedan en el estado de Veracruz, en lo jarocha, el arpa, requinto y jaranas, botín blanco y paliacate al cuello, guayabera blanca y amorosa voz. Fantástico.
Aparte de escuchar al grupo, tengo la suerte de conocer a los músicos de Tlen-Huicani. Después del concierto, continuamos la conversación que hace tres años atrás dejamos pendiente. Unos en México, otros en Estados Unidos. Músicos. Ciudadanos del mundo.

miércoles, septiembre 20, 2006

Ecos del sonar

Apenas si estoy comenzando este viaje a través de recuerdos para poder compartir algo de mis días, músicas tal vez, viajes si acaso, cotidianeidades... Pienso en los amigos que están lejos, en las hermanas que están al otro lado del océano, en los otros hermanos un poco más al sur. Pienso en los personajes invisibles que somos para los otros cuando aún no nos conocemos. Este eco puede ser una vivencia a compartir, a vivir de diferentes maneras. Y tal vez esa vivencia sea coincidencia con la de alguien. Tal vez esa coincidencia entregue un trazo más y haga más ancha la memoria de la vida, la gran dueña y maga encantadora.
Hoy comieza el vínculo entre la palabra de ahora y el recuerdo. Comenzamos el viaje.