lunes, marzo 29, 2010

Cuando la ciudad se vacía

Me gusta cuando la ciudad se vacía y tú te quedas: lo normal se convierte en algo más extraordinario y hay cosas que cobran un nuevo significado.

Cuando se queda vacía es cuando inventas que te pertenece un poco más. Y aunque sepas que es el contraste lo que la hace más llamativa, que el vacío no sería sin su plenitud y que eres tú quien necesita inventar, no importa: el engaño es inevitable porque las sensaciones son tan ciertas que llegan a confundir razones.

Madison se vacía cuando llegan las vacaciones. Creo que le ocurre a casi todas las ciudades en las que mucha parte de su vida gira en torno a la universidad: cambian por completo cuando sus estudiantes la dejan. Si generalmente puedes calcular el tiempo que tardas en llegar de un lado a otro, hoy es aún más fácil el recorrido. El campus está vacío. Curiosamente, hoy los pocos que caminan no son estudiantes cargando con su silencio, sus mochilas, bolsas o iPods sino unos cuantos trabajadores que vivarachos y en grupo caminan y charlan

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Eso es nuevo. Anque hoy, todo parece nuevo. Estrenamos aire cálido y eso hace que todo se sienta distinto: como si todo pudiera empezar a ser posible, salir del letargo del verano sigue siendo un hechizo.
Voy en coche. Bajo el cristal y me paro en medio de la calle. El sol me llena.
No sé porqué me paro ahí y hago una foto del estadio

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Tal vez porque está solo. Aunque de repente pienso que dentro de poco comenzarán los partidos y que a su alrededor,

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aficionados y fanáticos vestidos de rojo, vivirán el partido de cada sábado con pasión, cerveza en mano, barbacoa de hamburguesas y salchichas a punto para la fiesta.
¿Será que la funcionalidad de algunos espacios es lo único que los hace significativos? .... ¿Será que Madison es solamente universidad para muchos de sus habitantes? .... ¿Será que Madrid, que Valencia, que Barcelona, Salamanca, San Sebastián, Tarragona, Buenos Aires, Bucaramanga o Vigo ... ?

Me gusta la ciudad cuando se queda vacía. Su pulso es otro

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Es otra. El lujo de las calles vacías. Ventana abierta. Pasos frescos. Columpios. Por fin un paseo y un acompañante

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Porque también hoy era el día de conocer a Coco -encantadora niña de pelo suave-, de seguir encontrándolos aquí y allá

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y de inventar que me pertenece un poco más

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¿Será que Madison cuando se vacía.... ?

viernes, marzo 26, 2010

Las primeras

Son de las primeras que salen, pequeñas y sencillas. Lucen terciopelo con la luz más íntima de la tarde

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y abren sus brazos

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Todo lo demás tarda. La tierra apretada todavía no verdea. El invierno ha sido largo.

Busco cómo se traduce "crocus" y Google translator me dice que azafrán. Busco azafrán y me dice que es una especie derivada del "crocus sativus" y que pertenece a la familia de las iridáceas.

Creo que mejor le pregunto a los entendidos por si me pudieran decir el nombre de esos primeros regalos de color.


sábado, marzo 20, 2010

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Así se llama.
Mira hacia todas partes. Se sorprende y vuelve a imaginar. Sabe sonar si quieres. Puedes rozar su levedad. Si el no es un acaso, no le importa. Luego se te acerca.



jueves, marzo 18, 2010

Azul

El encanto de los primeros pasos saliendo del invierno. Así han sido estos días. Debería pintarlos de azul porque realmente han sido así, azules como el encanto.

Fernando comentaba el otro día que era curioso "la doblez del azul: a veces se identifica con tristeza, frío; otra veces es calidez, renacimiento". Imposible guardar en una cajita sus incontables matices y las geografías interiores y exteriores que contempla o recrea

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Ahí, con el aire transparente envolviendo la templanza,

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el pájaro entretenido en tímida conversación o las primeras razones despertando,

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le respeto y una vez más le agradezco la mano que nos tiende

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domingo, marzo 14, 2010

¿Nos hemos acostumbrado?



Hoy hemos cambiado relojes. Spring forward!

Creo que fue hace cuatro años cuando el entonces presidente Bush decidió adelantar dos semanas el cambio de hora que normalmente se hacía el último domingo de marzo. La explicación fue la del ahorro que el cambio de hora conlleva. La guerra de Irak estaba devorando dinero a marchas forzadas y había que calmar los ánimos. No sé lo que entonces se ahorraría pero sí recuerdo el gasto que causó el reajuste que hubo que hacer en los programas que controlan tiempos en aeropuertos, hospitales y en mil lugares más.
Parece que son ellos los que siempre deciden y que seguimos sin poder participar en esas decisiones.
El cambio de hora trayendo esos recuerdos también arrastra el de la incertidumbre que entonces flotaba en el aire entonces y que, desgraciadamente, sigue flotando ahora. Entonces era la guerra, ahora es la crisis. La brecha que ambas han abierto han transformado nuestras sociedades, nuestras formas de mirar y pensar la vida

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Es difícil no sentir su efecto, ignorarlas, mirarlas a lo lejos

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Están detrás de muchos argumentos y de muchas decisiones a corto y largo plazo. Mientras, ahí seguimos. Esta es la vida que nos ha tocado vivir. Escuchar las noticias cada día es una aventura que hemos asumido como parte de la rutina: otra bomba allí, otro movimiento telúrico acá, otra subida de impuestos, otra anulación de matrimonios gays, un muro que separe las favelas de la "otra" ciudad, ¿qué jubilación?
Al "madre mía, por dónde y con qué nos saldrán mañana" le siguen puntos suspensivos, varias exclamaciones y más de una interrogación.
¿Lo hemos asumido como parte de la rutina o es que, símplemente, nuestras manos están atadas? ¿Ha sido así siempre?

Ayer salí a caminar junto al lago Monona. A pesar de los restos de nieve y del frío que puedan traer estas imágenes opacadas por el cielo cubierto, hasta me pude sentar un rato

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mientras veía a los pescadores a lo lejos, afanados haciendo sus agujeros en el hielo para conseguir sus piezas

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Ahí sentada pensaba en estas circunstancias que nos ha tocado vivir. Difíciles, pero tal vez no peores que otras. Al fin y al cabo, muchos de nosotros podemos elegir lo que hacemos y probablemente esos peces no decidan si hoy cenamos o no. Probablemente nuestras mesas hayan estado pocas veces vacías.
Y ahí estamos, manteniendo la fuerza y tratando de hacer algo que merezca la pena en nuestras pequeñas vidas, asumiendo cambios y entendiéndolos para no dejar que se nos de vuelta la vida,

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para poder dar paso a otras estaciones

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y para seguir encontrado esperanza en las pequeñas rendijas de horas difíciles en las que parece que se nos fue el sol sin ni siquiera haber llegado a mirarlo de frente

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lunes, marzo 08, 2010

Mujer

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agua......vida......mujer......abrazo......fortaleza......tierra......todo......mujer..... agua.....entera.....


domingo, marzo 07, 2010

En la esquina

Un lago arropado de neblina y un sol que lo descubre. Es temprano por la mañana y el deshielo ha comenzado. 3, 4 y 5 grados durante el día son suficientes para que la nieve inicie su retirada.
Aunque no lo parezca y aunque vestida de blanco,

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la mañana es cálida como rebozo de bolita sobre los hombros

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Lo sientes desde dentro. Afuera también. Hasta en esas calles que empiezan a recobrar sus sentidos con el sol que las calienta y que incluso te enseñan lo que tal vez puedas necesitar de forma permanente o temporal. Tatuaje o traje para la ocasión. Tú eliges

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jueves, marzo 04, 2010

Una

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Hace una semana de esta foto. Hoy el cielo ha tenido ese mismo color aunque la gran diferencia ha sido que ese humo no cortaba el aire frío. De hecho, la nieve derritiéndose casi podía escucharse y hasta han asomado esos pequeños pájaros que siempre son los primeros en anunciar el cambio.
Aún no me confío. Es demasiado pronto para este midwest detenido en inviernos interminables. Y aunque digo que mejor esperar un poco, ya busco el otro respirar de la tierra, su olor vistiendo el aire.

Cambios y ciclos en todo y en todos. En mí, en ti. Incesantes los días. A veces me gustaría que tuvieran menos tentáculos y sólo tener que tomar una de sus riendas.