Sorpresas, emociones, otra etapa

Hoy despertamos con serrín a la puerta de la casa, hojas, cenizas… Esos son los regalos de reyes magos jóvenes que se pasan la noche en vela recorriendo el pueblo y dejando regalos de puerta en puerta.
Hoy despertamos también con esa ilusión de los régalos, los otros regalos. No importa si son mínimos o gigantes. Es esa aventuras de encontrar, buscar, anticipar la sorpresa. Es ese ritual de zapatos, dónde y cómo, la bandeja de los turrones, el vaso de leche y agua para reyes y camellos.
Hoy, esa sorpresa inesperada y especial, un libro para la próximas horas de viaje, lo menos esperado, lo más emocionante: ¡una Tinta azul de la memoria dedicada y firmada por Mariano! Sí, toda una aventura contactar, encontrarse, desencontrarse, días, Madrid, ires y venires. Sí, muy emocionante. (A ellos dos, mil gracias.)

Otra etapa termina. Algo nuevo se inicia. Digo hasta luego a olores y colores que reconozco desde muy adentro, formas, sensaciones, horas, querer, a lo que siempre me deja continuar y me da muchas fuerzas para vivir.

No he podido subir las entradas de estos días así que, ahora, si alguien quiere ir para atrás, la primera que subo es la del día 30. Sigo después con el día 2, una continuación de esa del día 30 interrumpida por los fuegos artificiales y la felicitación del nuevo año. Escribí esas entradas en esos días. El satélite no quiso colaborar conmigo para dejarme subirlas así que ahí van.
Mañana viajo pero no voy directamente a Madison. Una escala de 14 días me lleva más al sur. En cuanto pueda, contaré el destino y los pasos. Es verano allí. No voy a bailar tango pero sí a escuchar alguna que otra chacarera. Os llevo conmigo.