Poco más de 30.000 habitantes se multiplican por tres en enero en Cosquín, especialmente durante las dos últimas semanas que es cuando el festival tiene lugar.
Me cuentan que durante esas dos semañas, empezando el 19 de enero, unas 40.000 personas desfilan cada noche por la calle principal. Músicos en el teatro y fuera de él, en peñas, en las calles. El teatro al aire libre donde las actuaciones tienen lugar acoge a 11.000 personas.
Ahora, en el PreCosquín, la actividad ya se empieza a notar. Cada noche hay actuaciones de muchos grupos folclóricos. Dada grupo toca dos temas. Un jurado selecciona y al final del pre-festival los ganadores en diferentes categorías (solista femenino, masculino, mejor grupo de música, de danza, mejor composición, etc.) participan en el Cosquín. Las actuaciones comienzan a las 10 de la noche y no terminan hasta entrada la madrugada
Llegamos a Cosquín en autobus. Al poco de salir de Córdoba, el paisaje pierde su llanura para dar paso a las sierras
Las montañas te acompañan durante la hora que dura el viaje. De ciudades o pueblos turísticos que hablan de esa imagen de progreso y desarrollo de cierto tipo de turismo
que en muchas otras partes del mundo se puede ver, a esas otras que hablan de otras necesidades y formas de trueque, necesidades, formas menos sofisticadas de compra y venta
Del calor pasamos al fresco y un poco más tarde, ya en Cosquín, un chaparrón de granizo nos sorprende. Ni ese granizo ni el frío son normales en esta época del año.
Cosquín es pequeño, salimos a caminar por la calle principal, con su banco
y su iglesia,
sus tiendas y negocios, la panadería donde compramos unas palmeras y nos atiende un niño encantador que inmediatamente nos pregunta de dónde somos. Él se llama Daniel y su amigo, con gorra y todo, Manuel
Llagamos hasta un poco más allá, donde termina la calle de sentido único,
hasta el río Cosquín
Pasamos luego por el teatro del festival para comprar las entradas para la noche. El festival, digamos, es lo único que pasa en Cosquín. El festival, y la gente en él y fuera de él, los músicos que aunque no participen en el festival, tocan en la calle o en peñas, músicos de muchas partes de Argentina que se dan cita en esta ciudad a donde llevan viniendo desde al menos diez u once años. Al menos eso es lo que nos dicen los músicos con los que empezamos a charlar y con los que pasamo gran parte de la noche. Los planes de descansar un rato pasaron a mejor vida y se quedaron en eso, una velada alrededor de en una mesa donde Pato canta y sus amigos escuchan, la gente que pasa se detiene a escuchar, los otros sentados a su lado le piden temas y él canta, Marcelo que llega y se une al grupo y su voz es timbrada y afinadísima, y luego Gastón que se suma al grupo y entona otras chacareras y tonadas. Pato es de Salta, Marcelo de Buenos Aires, Gastón de Tucumán, Natalia y Mafalda de Córdoba. Ese es el grupo. Es otra esta Argentina, una amabilidad que me sorprende, una conversación de tú a tú, una forma de hablar muy distinta a la del porteño, otro porte, otra intimidad, otra forma de relacionarse. Hay una franqueza que me sorprende también. Son músicos que no tienen mucho (más bien viven el día a día) pero son felices con lo que hacen. Ésta es la época de trabajo, la de los festivales, las peñas en las ciudades y pueblos grandes donde están los festivales.
Son las tres de la mañana
y estamos escuchando al grupo 28 de los 38 que actúan esta noche. Rasguidos dobles,
malambos y chacareras,
gatos y huellas
cuentan historias de gauchos y chinas, herencias españolas de danzas y zapateos, pasiones de tierra en la creación de folclores que de forma tan arraigada hablan de la fuerza de esta tierra y sus gentes
6 comentarios:
Que disfrutes de tu estancia argentina.
Saludos y Feliz año nuevo desde España.
Para no haber dormido mucho, no paras. Seguro que lo estás pasando en grande. Que siga así.
Abrazos.
Gracias por mostrarnos tus aventuras. me encanta viajar y cuando no puedo ver blogs con historias con la tuya me encanta!
Gracias Luis, la verdad es que estoy disfrutando mucho este viaje. Y la mayor sorpresa, los argentino, su buen humor, su facilidad para entablar conversación y una sencillez que no me esperaba.
Un abrazo
Tawaki, sí, muy bien. Ahora ya nos quedamos de quieto en Cosquín.
Besos
Marcel.la, gracias! a mi me pasa igual.
Un besote
Sigo verrrrrrrde (de envidia, claro). Y encima allí es verano, ¿no?
Besos y disfrútalo.
Hola Leo! Sí, verano aquí. Justo me cuentan hoy que está haciendo bastante frío allí. Mejor no te cuento mucho lo que se siente estar en manga corta.
Un abrazo
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