Ya casi estamos diciéndole adiós a Cosquín. Ahora que ya hasta comenzamos a encontrar a conocidos por la calle y la gente nos saluda, es cuando tenemos que irnos. Siempre pasa un poco así.
El calor imposible de ayer rompió en una tormenta que trajo lluvia y refrescó el día, un día de aquí. Hoy, sólo breves momentos, imágenes, un algo de decires que se van quedando por dentro, como las personas que están formando parte de nuestros días y que tan fácilmente nos han dejado acercarnos a ellos y compartir
Hoy, esos momentos en un paseo callado por sus horas,
en casa de Froilán y Teresa bailando chacarera,
la ternura del niño junto al gato,
la cotidianeidad del mate a solas o compartido,
la piruleta que te deja la lengua violeta,
las horas aprendiendo con Gastón, tocando con él,
el paseo por la feria de artesanías, probar violines y tocar mientras la gente se amontona para escucharte,
charlar con Harnán Rojo, el lutier de esos violines eléctricos
y pasar un rato con Andrea
y Diego,
dos de las personas que han estado muy cerca de nosotros estos días y que nos han dejado ver la Argentina que ellos viven.
La noche se cierra escuchando chamamé
Cosquín vive de noche. No cabe duda.
6 comentarios:
Qué cercano me resulta ya todo...
Se nota que lo habéis vivido desde dentro.
Besos
Eso es viajar de verdad. Ser parte y no espectador.
Gracias por compartirlo y hacerlo tan bien.
Besitos/azos.
Momentos. Creo que el título está muy bien elegido. Son de los que se recuerdan a la vuelta del viaje.
Un abrazo.
Irreverens, exactamente es eso, muy cercano y desde adentro.
Mariano, es fácil compartir cuando el que lo recibe sabe hacerlo.
Tawaki, momentos y personas... recuerdos que nos regalan vida
Un abrazo grande para los tres
Esos instantes se quedan en la memoria. Y si el tiempo los borra, siempre podrás revivirlos con estas fotos.
Graciñas y besos.
Gracias Leo, creo que es muy cierto lo que dices.
Un abrazo
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