Después de todos estos días sin mucho frío, se me hace extraño ver el paisaje así
y hasta casi escuchar cómo los tejanos van desenredando blancos de sus manos,
abriéndose lentamente a la conversación del día.
Vamos a nadar a Béjar, a la piscina climatizada del Hotel Cubino, en Vallejera. Siempre nos gusta ir allí. El hotel y la piscina están en un lugar privilegiado, ya lo he comentado en otras ocasiones. Mientras nadas puedes ver la montaña,
el juego de luces y nubes con sus caprichos sobre el agua y el recinto
Te llega. Lo sientes.
Salir luego al aire fresco de la sierra sorprende. Casi se agradece el frescor, especialmente en días como hoy, luminosos,
mostrando picos nevados,
o perfiles transparentes y azules que se dejan mimar una y otra vez con las miradas
Es una sensación única.
Media hora más tarde estamos en casa. Un goce.
3 comentarios:
Creo que viendo las fotos exteriores no hace falta que aclares que la piscina está climatizada, digo yo. ;)
¡Ualaaa! Que no había visto esta entrada.
Esto de nadar ante un paisaje nevado siempre me ha encantado.
Una vez tuve la suerte de ir con una amiga suiza a uno de estos sitios (en Suiza), donde la piscina climatizada está al aire libre, entre enormes montañas nevadas. Ummmm...
:D
Por cierto, hoy en Altafulla (Tarragona) hemos llegado a menos 1 grado centígrado.
:)
Dintel,
no, no hace falta. Te gustaría un bañito allí.
Irreverens,
lo de la piscina en ese pasaje debe ser espectacular. Esas cosas me sorprende. O aguas termales en medio del frío de Potosí. O saunas junto a lagos heladores en Suecia para que te metas en ellos recién salido de la sauna (no he estado allí, esto lo digo por lo que me cuentan). Estoy pendiente de las noticias de nieve y sí, qué frío.
Ahora que vuelvo a estar en Madison, la escala de medición de temperatura vuelve a cambiar. Me quedo con España, sin duda.
Besotes
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