sábado, enero 03, 2009

Entre conversaciones y recuerdos

Hace días que el sol no se prodiga. Llueve a ratos, nunca con demasiada fuerza.
El pueblo en silencio, es como si hubiera vuelto a su normalidad. De los visitantes temporales, somos menos los que quedamos.
Pero como siempre, esta impresión es parcial. Si sales por las noches a los bares, vas a encontrarte a la gente. Los más jóvenes salen hasta muy tarde. Claro que tampoco tienen que levantarse a trabajar al día siguiente: o están de vacaciones no tienen mucho que hacer de temprano.
Hoy hablaba con mamá de cómo habían cambiado los tiempos. Me decía que había visto mucha pobreza, que ella siendo la pequeña de casa no la había sufrido tanto porque la casa ya estaba hecha pero que para muchos otros, ni pan con higos secos para la merienda había. Comentaba cuánto se trabajaba antes. O más que nada, cuánto sin muchas luces, sin medios para facilitar las cosas, el trabajo como lo único que te enseñaban a hacer, hacer y deshacer la misma madeja de lana para aprender a hacer punto.
Sí, realmente fueron otros tiempos. Las cosas han cambiado mucho y muy rápido en algunos aspectos. Muy poco en otros.
Hablábamos también de cómo el nacer en un sitio o en otro, o en una u otra familia, deciden tu destino, cómo si tus padres no pueden o no tienen el sueño de que sus hijos, o incluso si… Sí, todo cuenta.

Siempre disfruto mucho hablando con mamá porque tiene una memoria larga y una mente justa. Se ha ganado a pulso lo que tiene y tal vez por eso lo valora y disfruta.
No es sólo del pasado de lo que habla con claridad. Se mueve con el tiempo y es abierta a tantas cosas que a veces pienso que esa mente justa y su corazón grande le conceden el gran privilegio de la lucidez. Da gusto también escucharla hablar con sus nietas. Hoy, la más pequeña (16 años) contaba que ya están preparando los regalos que dejarán los Reyes en la madrugada del día 6. Eso es de las cosas que no han cambiado, el que los quintos y sus acompañantes recorran el pueblo y vayan dejando los regalos elegidos. No, no es carbon dulce sino hojas caídas, ceniza, serrín. trastos viejos que encuentren por las calles si es que alguno hay. Pasaba antes y sigue pasando ahora.

Entre conversaciones y recuerdos te vuelvo a llevar de paseo antes de que la noche llegue y las nubes cierren la ranura de luz

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Mira, ¿ves porqué decía que el pueblo se sentía en silencio?

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Es invierno y la gente sale menos. A estas horas, en verano, la carretera por la que hoy vamos caminando tendría muchos más caminantes. Pero así es ahora

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Entre conversaciones y recuerdos. Cuánto se siente el paso del tiempo en estos sitios pequeños que desde pequeña has vivido siguen estando ahí. Casas, calles, fuentes, árboles… y luz de atardecer. Ésta

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o ésta,

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como si desde siempre te acompañaran. Mamá aún se acuerda de cómo eran muchas cosas en el pueblo. Mucho ha cambiado y mucho no. Cada invierno, las hojas de los robles vuelven a poblar el espacio

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y los atardeceres vuelven a tararear una única canción

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entre conversaciones y recuerdos.

9 comentarios:

dintel dijo...

Es el tiempo ideal para hablar. Envidia me das.

Alegría dijo...

...sin habla...qué más se puede decir después de esto...? Mejor, saborear en la retina lo visto, y meditar lo leído...hay tánta sabiduría en éllo...! Besos de invierno.

leo dijo...

Raquel, qué bonita entrada que nos lleva de la belleza de lo grande, de esos paisajes invernales, a la de lo íntimo, lo entrañable de esas conversaciones.
Un beso grande.

JESUS y ENCARNA dijo...

Buenos dias Raquel, es verdad, cuando evocamos los recuerdos de aquellos que buenamente los conservan nos damos cuenta de lo rapido que pasa la vida, lo que nos dio un tiempo de rosas sigue presente, lo mejor, esa conversacion restauradora de buenos recuerdos.
Besos.
Jesus

Irreverens dijo...

Ahora entiendo de dónde te viene esa lucidez y esa capacidad para disfrutar de lo más pequeño.
;)

Enhorabuena a tu mamá y felices Reyes Magos a todos.

Besotes
P.S.: Aquí, por fin, hoy ha salido el sol, después de 10 días de cielos cubiertos y lluvia.

isobel dijo...

esas conversaciones son las que se guardan en el corazón, para darte fuerza durante el resto del año, besitos

belenmadrid dijo...

entonces los quintos llevan regalos a los que se han portado mal o así? qué curioso..

Mariano Zurdo dijo...

Esa alfombra roja de robledal no tiene precio. Como no lo tienen las conversaciones y los paseos.
Besitos/azos.

Raquel dijo...

Dintel,
"es el tiempo ideal para hablar". Muy cierto. Y no me canso de hacerlo.

Besos,
tienes mucha razón.
Besos de invierno, sí, que hace mucho frío.

Leo,
muchas gracias, preciosura. Ahora cuando vuelvo a Madison volveré a conectar con todos. Tengo ganas de saber de ti.

Jesus,
restauradora sí, y a la vez, creadoras de futuros y continuidad. Para todos nosotros es así.
Un abrazo

Irreverens,
me voy a poner muy colorada!
Salió el sol pero parece que la nieve os está acosando.
Felices Reyes Magos, eso eso, que es muy divertido intercambiar regalos y comer roscón de reyes y enontrar los tesorillos escondidos.
Y besotes!

Isa,
en el corazón y entre el revoloteo de la memoria. Eso y la cercanía ayudan cada día.
Besos

Geminitas,
parece que todos nos portamos mal en el pueblo porque nos caen a todos. Esperan a que salga la guardia civil a perseguirles y cuando no lo hacen, se enfadan y dicen que es aburrido.
Se lo pasan pipa. (Pregúntale a mi sobrina).

Mariano,
gracias a ti tambien. Me he estado acordando mucho del regalo de reyes del año pasado. Esa tinta azul de la memoria firmada y dedicada. Ha sido un año intenso para ti y un gusto para todos los que te leemos, estar junto a ti.
Besotes