Hoy regresa Selim a Milwaukee. Le dejamos en el aeropuerto en Veracruz y vamos a desayunar a La Parroquia, uno de esos sitios con solera, con especialidades de la casa y con muchos recuerdos acumulados a lo largo de los años del lugar. No es el café original pero sí la comida y especialidades, el café lechero, los frijoles, las bombas con nata o con frijoles, los frijoles mismos.
Nos entretenemos en ese desayuno de recuerdos y no tenemos prisa para salir hacia Xalapa. Llueve por el camino y cuando llegamos a la ciudad, el día se mantiene gris y mojado. Nos quedamos en un hotel en el centro y pasamos por lo que me parece que es la única parte bonita de Xalapa, la zona de la catedral,
el palacio de gobernación
y alguna que otra callejuela alrededor con instantes
y miradas para los bolsillos de la memoria
Lo demás parece ser un desorden de ciudad, con un tráfico pesado, semáforos interminables y obras que no reducen los atascos. Pero merece la pena la ciudad por al menos dos buenas razones: una es un amigo al que conocemos en persona por primera vez, profesor y músico con el que pasamos varias horas charlando sin sentir que el tiempo pasaba. Con él acabamos de entender muchas cosas de lo que hemos vistos en Tlacotalpan, del son jarocho, las tradiciones, la cultura, el sentirla y vivirla, el llegar a ser parte de ella, el respeto a la gente y la persona como centro, la intuición que te deja la sabiduría necesaria.
La otra razón el Museo de Antropología, una pequeña joya que con piezas de culturas prehispánicas de Veracruz. Varias cabezas colosales de la cultura olmeca están aquí. Es impresionante verlas de cerca
y admirar la maravillosa capacidad expresiva conseguida con lo que a primera vista parece ser simple y sencillo
Hay unas 2.500 piezas de las diferentes culturas del golfo. México no tiene desperdicio en cuanto a riqueza arqueológica se refiere. Increíble la riqueza y variedad. Aquí también, desde urnas de enterramiento
a representaciones de dioses como ésta de Huehueteotl, el Dios viejo o Dios del fuego que fue venerado en tiempos prehispánicos y que aparece sentado frente a un brasero
También mascaras de finísimo trabajo
una magnífica colección de figurillas sonrientes,
enterramientos
Me gustó mucho la piedra del maíz de la cultura Huaxteca que representa a dos deidades en una escena agrícola, Tlaloc (dios de la lluvia) aparece representado con sus anteojeras y Tlazoteotl con su nariguera en forma de mariposa y portando el bastón-serpiente símbolo del rayo
También la del viejo que sostiene en sus manos la figura de un niño
Tal vez podemos volver mañana.
1 comentario:
:)
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