Mari Carmen, en Tlacotalpan, nos los recomendó Juan Ordóñez, el jarocho con su caballo que fue a buscar a la jarochita para llevarla al desfile. Y no nos decepcionó. Fuimos varias veces y aún estamos tratando de decidir qué fue lo mejor de todo lo que comimos, los tamales de masa con pollo, mole y acuyo (hierba santa) envueltos en hoja de plátano,
los tamales dulces con pollo, hoja santa y anís,
las enchiladas que más bien eran enmoladas,
la barbacoa,
o el chucumite al mojo de ajo
o en salsa de chipotle para quien aguante el picante.
Mari Carmen está ahí, en los soportales junto a la plaza Doña Marta.
En Xalapa, un amigo nos recomendó La sopa, en el centro, muy cerca de la catedral. Del menu, todo se te antoja
Cenamos el día que llegamos y comimos al día siguiente. Cenamos tamales de pollo,
enchiladas, una exquisita sopa de hongos
tacos dorados
y mi favorito, un filete sobre una base de huitlacoche. Una verdadera delicia
Ésta es la carta de comida corrida del siguiente día
Todo muy bien sazonado.
Te puedes imaginar el buen sabor de boca con el que partimos de Veracruz. También hubo pan dulce, churros, camotes, garrapiñados... Mil delicias y muchos antojos. Sin lugar a dudas, la comida es el hablar de los pueblos.
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