De entrada unas quesadillas con guacamole y totopos. De plato principal, chiles en nogada. Es lo que hemos venido a comer a La hostería de Santo Domingo. Male y Manuel me llevaron ahí en uno de los primeros viajes a México hace ya al menos dieciocho años. Hace ya tiempo que tenía muchas ganas de volver. Hoy por fin pudo ser.
No es sólo que el chile en nogada es una delicia, con esa mezcla de sabores del relleno del chile a base de carne, frutos secos y no sé cuántas cosas más, y la salsa de nueces de Castilla y adornada con granos de granada
Es también el lugar donde está el restaurante, a un lado de la plaza de Santo Domingo,
el sitio de las imprentas,
donde también puedes ir para que te escriban una carta
o que te pasen a máquina cualquier trabajo que necesites
Por muy anticuado que parezca, así es. Hasta puedes conseguir un título de doctor de cualquier Universidad y en cualquier disciplina. Todo puede ser, todo vale.
De segundo, caminar por el centro de México y perderse una vez más en su laberinto de estratos, gente, quehaceres, idas y venidas. La ciudad no espera, tienes que unirte a su paso, buscarle las vueltas. Es rica en su pobreza, enorme en sus contrastes. De una esquina
a otra
de un minuto a otro. Ahí están los viejitos que deciden no cruzan la calle y vuelven al parque
ahí Bellas Artes,
el Zócalo con su catedral un poco más allá y ahí, lo extravagante
y lo más venerado
Todo imprescindible.
De postre, El Balcon Huasteco
Tal vez hayan pasado diez años desde la primera vez que fui allí. Pasé una semana estudiando violín huasteco con Rolando Hernández, “El quecho”, violinista del Trío Chicontepec, grupo anfitrión del lugar. El Balcón es una peña a la que acuden otros músicos huastecos a tocar y gente a bailar. Unos y otros tocan y los anfitriones cierran la noche
Un gusto poder volver a ver a Rolando de nuevo, tocar con él, bailar con todos los demás y recordar el taconeo y el balseado de los sones huastecos; reir con las coplas improvisadas también. Especial.
3 comentarios:
Qué ganas de viajar me cogen cada vez que te leo.
Ay Raquelita...chiles en nogada, me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero me muero , me muero, me muero. Me morí!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Dintel,
va a ser rico leer y compartir tus viajes.
Julia,
a pesar de que no es la temporada, estaban deliciosos. Quienes los saben hacer me cuentan que lo más pesado es preparar todo el relleno del chile. Las nueces de Castilla las vi por primera vez en un puesto de unos viejecitos. Me morí de la risa leyendo tu comentario!!!
Publicar un comentario