domingo, mayo 24, 2009

Dulzura

No sé quién estaría contando la historia o qué estarían contando pero para cuando entro en el cuarto junto al salón donde hemos tenido el recital, ver a estos pequeños y mayores alrededor de la mesa me llena el corazón de alegría

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Ver y sentir sus risas,

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y comprender la plenitud del momento

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es impagable,

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como lo son esas miradas cargadas de vida

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9 comentarios:

Irreverens dijo...

Y a mí que me parecen todos/as guapísimos/as...
:D

¿Eso es en tu casa?
:)

Tawaki dijo...

Ojalá les duren muchos años; toda su vida en realidad.

Un abrazo.

Alegría dijo...

... cargadas de inocencia y entusiasmo...

leo dijo...

Qué dulzura, es cierto: en sus ojos, en esas sonrisas. Y en tus palabras.

Raquel dijo...

Irreverens,
la verdad es que a mí también me parecen todos guapísimos. Además, a medida que comparten más, más se disfrutan.
No, mi casa es pequeña. Últimamente hago los recitales en un pequeño auditorio de una residencia de ancianos. (Bueno, lo de la residencia es un decir. Es más un complejo de apartamentos con todo lo necesario para quienes no pueden valerse por su cuenta. Hay un comendor, piscina y gimnasio, etc...) A los niños les gusta el espacio porque la acústica es muy buena y no intimida tanto como un auditorio más grande.
Un besote.

Tawaki,
sí, ojalá. Creo que es algo que muchos ya llevan bastante adentro.
Un abrazo

Alegría,
sí. Bonito ver todo eso.

Leo,
Fue especial verles ahí sentados en el suelo alrededor de la mesa porque además, eran mayores y pequeños. Eso me gusta mucho. Es una conversación común y una sonrisa que no es forzada. Lo que se vive en esas situaciones creo que es especial.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Muy monos.

Minombresabeahierba dijo...

esas sonrisas son las que auno entre los dolores , le dan ganas de seguir en este mundo, besotes

Raquel dijo...

jordin,
son especiales cuando los conoces de cerca.

Mnsah,
exactamente. Tú bien lo sabes.
Besotes también para ti.

Fernando García Pañeda dijo...

Y si convives con ellos, te absorben todo lo que eras hasta ese momento y te llenan con su propio ser :)
Estoy de acuerdo: impagable.
Un saludo.