Así de rápido se fue la semana, sin apenas saber cómo se escaparon los días. Una cosa tras otra. El final de curso llega y todo se precipita, como si la primavera presagiara una urgencia de la que no puedes escapar. Conciertos, programas de final de curso, graduaciones.
Poner sellos, reafirmar, cerrar algo.
No, no me quejo. Los días siguen teniendo toda la intensidad con la que los queramos vivir, a pesar de los cielos pálidos
o el aire más templado que detiene un poco
Siempre ese ímpetu imparable y ese constante fluir. Afortunadamente.
5 comentarios:
Raquelcita, vida intensa la suya!
¿es ese un duraznero en flor? abrazotes
Minombresabeahierba,
no sé. Iba camino de casa cuando lo vi. Esa contraste con el verde me encanta.
Un besote
¡Si es que con estos días tan preciosísimos, el tiempo vuela!
:)
Yo, cada vez que voy a la cocina, me quedo embobada contemplando mis plantitas en la terraza... ¡ayns!
Besotes
Irre,
hoy por fin vuelve a salir el sol. Mañana, bicicleta, me muero de ganas.
(¿Foto de esa vista de las plantitas en la terraza? Con aroma y todo, ¿vale? Mis lilas todavía andan conqueteando con su perfume)
besotes
raquel
mmmm... de acuerdo. Un día de estos cuelgo una foto.
:)
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