Llegó amable noviembre, sentado en su silla de mimbre, cayada al lado. Amable como buen sabio. Las hojas están recogidas y el verde asomando mimoso y juguetón entre los veintidós y los veinte grados. A primeros de noviembre. En Madison.
¿Verdad? Una pasada. Qué loco anda todo. Pero te digo que estoy feliz, que luego nos llegará todo junto y ya sabes que aquí el fresquecito (por ser discretos) dura unos cuantos meses).
9 comentarios:
¿Qué me dices? ¡jajajaja! ¡Qué bueno! Ahora que nosotros andamos fresquitos, va Madison y se nos pone cálido. Qué cosas.
:D
¿Verdad? Una pasada. Qué loco anda todo. Pero te digo que estoy feliz, que luego nos llegará todo junto y ya sabes que aquí el fresquecito (por ser discretos) dura unos cuantos meses).
Hola Raquel, por aqui el otoño llegó con frío, lluvia y nieve de repente, me alegro de leer como siempre algo tuyo, saludos y buena suerte
Aquí ha refrescado algo, pero no tenemos la temperatura de otros años, ni de lejos...
Hermosas fotografías.
Un beso.
Buen intento, pero no nos engañas, Raquel. Son colores de otoño. ;D
Un abrazo.
No me lo puedo creeeeeeeeer. Disfruta esos veinte graditos, que pronto vendrá lo blanco.
¿Qué frutos son esos, Raquel?
A.VV.CALVARIO,
qué loco el tiempo, ¿verdad? Ya te contaré lo mismo dentro de poco por aquí, vas a ver.
Alegría,
quiero estar en tu playa.
Fernando,
jo! pensé que iba a colar.
Un abrazo también para ti.
Leo,
no sé qué frutos son, se quedan ahí cuando la planta que los da se muere con el otoño. A ver si en la primavera veo cómo son.
Besos
El otro día fui a la montaña e intenté hacer una foto como las tuyas... mejor me dedico al parchís. Me quedó todo borroso.
Anda, anda... que ya te he dicho que es la cámara.
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