Dejamos Veracruz, su gente, sus formas, su hablar, su modo,
de lo más señorial a lo más rural, pueblecitos junto a la carretera, vendedores de fruta, nueces y mil cosas más,
gente junto al camino,
el perro vigilante cuidando el platanal
El paisaje es espectacular, verde, trópico, humedad
La carretera es sinuosa, emocionante. Dejamos atrás pueblos como Tlacoya
o Atzalán,
pueblos destartalados con maravillosos colores. Todo parece un poco improvisado.
Cuando llegamos al valle de Puebla y Tlaxcala ya todo cambia. Ésta es una de las diferencias
El edificio original estaba hecho de adobe, aunque luego fue tirado y rellenado para que sirviera de base a posteriores plataformas. Parece que este proceso fue repetido varias veces.
Desde afuera se pueden ver las diferentes capas
Dentro también se pueden ver las distintas fases de la construcción
Cacaxtla floreció entre los años 650 y 900 a.c. Se ven salas, habitaciones, templos. Esto es lo que queda del Templo de Venus,
así llamado por los dos pilares en los que aparecen pintados símbolos de Venus: una figura masculina con una cola de escorpión en una columna y en la otra, una figura femenina.
Este es el patio hundido
Lo cierto es que lo que más llama la atención son los murales. El Mural de la Batalla parece datar entre el 650 y el 700 a.c. Cuentan que tiene un estilo maya, aunque los glifos no lo son, por lo que parece apuntar a un estilo que entremezcla otras influencias de Mesoamérica.
Estos murales representan a guerreros jaguares y a soldados pájaros en batalla.
Hay otros murales en otro edificio en el que aparecen una figura en una piel de jaguar sosteniendo un manojo de lazos de los que sale un líquido azul. La figura está de pie sobre un reptil
La otra figura también lleva una piel de jaguar. Sostiene una serpiente en su mano izquiera y en la derecha, un jarra que tiene grabada la cara de Tlaloc
Los pobladores de Cacaxtla fueron Olmeca-Xicalanca, un pequeño grupo que tuvo sus origenes en los mayas de la Costa del Golfo y que estaban constituidos por diferentes etnias, nahua, mixteca y chochopopoloca.
El paisaje que se domina desde la estructura llama la atención
por el control del espacio, como las antiguas fortalezas y castillos.
Al salir tenemos tiempo para caminar un rato por la zona, sentir el aire templado y seco, los nopales con sus tunas
e incluso con sus pájaros ahí posados como si fueran tunas
Hacia la salida, por fin veo un árbol de pirul. Los curanderos utilizan sus ramas para hacer limpias y purificaciones. Son aromáticas y un poco pegajosas
Un rato de luz de sol cayendo adornando el color de las buganvillas
junto a la flor de navidad, que aquí es un verdadero árbol
Ya bajando nos despedimos del Popocatepetl,
de los señores en bicicleta
y del Popol una vez más. Está precioso
Estamos en la autopista. Es hora de regresar a la Ciudad de México y de ahí a Madison.
Especial poder hacer un viaje así.
10 comentarios:
Me encantan de estas últimas entradas la mezcla de arqueología (¡esas pinturas, por Dios!) y naturaleza. E imaginar aquella cultura en su esplendor.
Un abrazo, Raquel.
Rara como soy, soy una gran amante de los cactus.
Por cierto, una vida envidiable, la tuya. Qué feliz tu retina por ver todo lo que ves.
En otros post comentados, me habían usurpado el ordenador y no me había interado. :)
¡No sabes cómo agradezco que nos muestres tanta cultura!
Es un privilegio poder ver gran parte de lo que tú vives, y encima, tan bien contado.
:)
Muchísimas gracias, Raquel.
Besotes y feliz viaje de vuelta a Madison.
Gracias por el viaje, Raquel. Maravilloso. Olvidarse de uno mismo durante un breve lapso y ver cómo viven otras personas (incluso, tú, viajera generosa, cámara en mano)
Un beso enorme. Y buen regreso.
Fernando,
es inevitable pensar en eso, ¿verdad?
Dintel,
esos son gigantescos. Y los pajaritos como si fueran frutos, una dulzura.
Esta semana había puente por el Día de acción de gracias (thanksgiving) así que era el momento de pasar unos cuantos días más allí.
(Ya te mandaré unas cuantas puertas que encontré para ti).
Irre,
mil gracias.
El viaje bien, a pesar del madrugón.
Un besote
Leo,
gracias a ti también. Gracias por tus viajes a través de imágenes contadas de forma tan especial.
Besotes.
Lamento mi poquito tiempo para acompañarte en tus viajes, qué hermosos lugares!!!
Petons
Encarna
A pesar de su pobreza, ese México de la tradición sigue siendo una maravilla.
Gracias por compartir.
Un fuerte abrazo.
Encarna,
no te preocupes. Ahí estamos.
Besos
Salvador,
efectivamente, una maravilla. Por eso es genial vivirlo, caminarlo, recorrer los mil contrates y mundos. Rico y fascinante.
Un abrazo
Qué paisaje tan bonito. Me encantaría volver a México. Los murales parece que están muy bien conservados.
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