viernes, abril 26, 2013

El invierno ha sido un largo y complicado viaje. Azaroso. Un invierno en el que se han roto varias cosas: algunas reparables, otras no. Cuatro fríos meses en los que siento que voy en el asiento trasero y alguien más lleva las riendas.

Hemos estado esperando la primavera con toda la anticipación que la necesidad de frescura, renovación y cambio conlleva. Hasta hoy no ha llegado ese asomo de día en el que el aire es cálido y las primeras flores asoman

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Son una un regalo de sonrisa. Ojalá que dure.

6 comentarios:

Tawaki dijo...

Cada estación trae sus cosas bellas, pero la primavera es especial. Eso de que se alarguen las horas de luz también ayuda mucho. Ojalá dure.

Irreverens dijo...

¡cuánto me alegro por ti, Raquel!
:D

Espero que esas cosas que se han roto no os hayan provocado demasiado malestar...

Mil besos

Anónimo dijo...

Tenias que ver como esta esto hoy... ha vuelto el invierno mas crudo. Al menos, ahi parece que teneis primavera. Ese puntin de amargura que se te nota hoy me preocupa. Venga, arriba. Besos

José Núñez de Cela dijo...

Cada flor es un regalo. Es momento de disfrutar!

Saludos!

Raquel dijo...

Tawaki,
ayuda muchísimo. Hasta el frío se lleva un poco mejor.

Irreverens,
todo eso forma parte de la vida, y entre trazos y retazos la contruímos y nos construímos con ella.
Un beso

Pedro,
pero ya teneis de nuevo el buen tiempo. A disfrutarlo!

José,
pobres los tulipanes que hoy se encongieron por el frío. Yo los disfruto. Espero que ellos también.

dintel dijo...

Primavera o no, siempre aparece de nuevo el buen tiempo.