Después de estos días de calor, se agradece despertar al día nublado, unas pocas gotas de lluvia refrescando la calle. No somos los únicos que buscamos un poco de aire fresco
Vamos hacia la región de los Tuxtlas, a unas dos horas al sur del Puerto. A medio camino paramos en Alvarado en uno de esos lugares que casi se ha convertido en visita obligada para desayunar o comer, en Casa Tella. Estuvimos aquí en febrero y literalmente, parece que hubiera sido ayer. Ahora se ve todo más seco
y hoy la laguna lleva la tierra revuelta entre sus aguas
Hace muchísimo viento y la arena hace daño cuando roza la piel.
Pero poco después de dejar atrás la salida a Tlacotalpan, todo cambia. El viento continúa pero el verde te envuelve
Aunque con inconveniencias como ésta,
la belleza del paisaje es imán
Atravesamos pequeñas comunidades en las que la gente pone el punto preciso
Llegamos a San Andrés poco después de las dos. Ahora sí llueve
Venimos buscando a un músico, promotor, maestro y sabio altruista que hace 25 años lleva la Casa de la Cultura, da clases de son jarocho, trabaja en las comunidades, enseña a niños y trabaja de forma incesante en la recuperación y mantenimiento de la tradiciones de la región
Andrés Moreno Nájera nos recibe con una sencillez que hacen honor a todo su trabajo. Comenzar a charlar con él es símplemente eso, sentarse y dejar que las cosas fluyan de manera natural. Ahí también está Jose Luis Constantino, laudero y músico con el que comparten mucha trayectoria de trabajo
Como con Andrés, la conversación fluye y las horas se nos escapan sin darnos cuenta. Después de más de tres horas, ellos tocan una cuantos sones al estilo de la región, sones campesinos, sones pausados que hablan de un modo de vida
Sin carta de presentación y nos entregan más de lo que veníamos buscando. ¿Es la tierra la que les hizo fértiles y generosos?
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martes, mayo 03, 2011
sábado, noviembre 20, 2010
Último día en el Puerto
Como presagiando que este es mi último día en el Puerto, las imágenes que recojo a lo largo del día parecen resumir lo que día a día he ido encontrando en esta ciudad, paseos, gente y música. Veracruz me recuerda bastante a Cádiz y a La Habana. Mucho en la arquitectura, el clima, la cal diluida en la cercanía al mar. Mucho en la gente abierta y dicharachera, la conversación fácil, la mirada que no guarda nada. Hablar con desconocidos es fácil en Veracruz, pedir direcciones, encontrar ayuda con facilidad. Atravesada por un constante ruido (de coches, de televisores gritando sin parar, de altavoces a las puertas de las tiendas), se agradece caminar por pequeños callejones en los que se puede escuchar una conversación tranquila como esta
Es sábado y la ciudad se regala su tiempo para despertar. Nosotros, como la ciudad, también nos regalamos nuestro tiempo. Es día para compartir con amigos de amigos
que ya se han hecho parte tuya también

Ahora que ya la conferencia ha terminado podemos darnos ese capricho de al menos por un día, jugar con el tiempo, detenernos

Hoy, de la mano de quien bien conoce la ciudad, la vivo como si llevara ya tiempo aquí. Soy uno más y me subo al autobús que pide Ayuda a Veracruz
Mucha gente perdió sus casas con el último huracán. En muchos casos no había ni seguros que justificaran que esa vivienda era de ellos. Muchos son los que después de decir, "pues ni modo" juntan fuerzas para poder continuar.
Y en otra burbuja de la realidad, el danzón en el Zócalo vuelve a definir el espacio y eso es lo único que importa. Hoy saludé al señor con quien bailé ahí por primera vez en 2008. No se acordaba de mí.
Así son las cosas, me dije, yo también debo continuar. Más tarde conocería al timbalero de la danzonera
Es sábado y la ciudad se regala su tiempo para despertar. Nosotros, como la ciudad, también nos regalamos nuestro tiempo. Es día para compartir con amigos de amigos
que ya se han hecho parte tuya también

Ahora que ya la conferencia ha terminado podemos darnos ese capricho de al menos por un día, jugar con el tiempo, detenernos

Hoy, de la mano de quien bien conoce la ciudad, la vivo como si llevara ya tiempo aquí. Soy uno más y me subo al autobús que pide Ayuda a Veracruz
Mucha gente perdió sus casas con el último huracán. En muchos casos no había ni seguros que justificaran que esa vivienda era de ellos. Muchos son los que después de decir, "pues ni modo" juntan fuerzas para poder continuar.
Y en otra burbuja de la realidad, el danzón en el Zócalo vuelve a definir el espacio y eso es lo único que importa. Hoy saludé al señor con quien bailé ahí por primera vez en 2008. No se acordaba de mí.
Así son las cosas, me dije, yo también debo continuar. Más tarde conocería al timbalero de la danzonera
El recuerdo es poderoso: selecciona, juega con nosotros. Ya veremos cómo me trata. Quizás la próxima vez que vuelva al Puerto me lo diga.
miércoles, noviembre 17, 2010
En Veracruz
En el Puerto de nuevo, reconociendo formas, lugares y caminos como si fueran tuyos desde hace tiempo
Eso hacen los lugares cuando pasas cierto tiempo en ellos
Es difícil moverse de un lugar a otro, dejar las sensaciones atrás y aprender a agrandar el recuerdo para que nada se escurra de la memoria. Pero se puede.
Ayer fue un día para eso. Y día de trabajo para terminar la ponencia que presento el viernes en la conferencia para la que he estado haciendo la etnografía de estos últimos días con músicos del zócalo y de los Portales aquí en el Puerto.
Lo bueno es que todo es bastante relajado y que en los descansos hay incluso café amenizado con música jarocha
Lo bueno es que tengo amigas que también están presentando
Efectivamente, lo más significativo lo construye la gente.
Eso hacen los lugares cuando pasas cierto tiempo en ellos
Es difícil moverse de un lugar a otro, dejar las sensaciones atrás y aprender a agrandar el recuerdo para que nada se escurra de la memoria. Pero se puede.
Ayer fue un día para eso. Y día de trabajo para terminar la ponencia que presento el viernes en la conferencia para la que he estado haciendo la etnografía de estos últimos días con músicos del zócalo y de los Portales aquí en el Puerto.
Lo bueno es que todo es bastante relajado y que en los descansos hay incluso café amenizado con música jarocha
Lo bueno es que tengo amigas que también están presentando
Efectivamente, lo más significativo lo construye la gente.
viernes, noviembre 12, 2010
Son raíz en Citlaltépec
El silencio se rompe a las 7:30 de la mañana: el altavoz desde el ayuntamiento ofrece el noticiero del pueblo, lo que va a pasar en el día y en la semana. El día comienza.
Es la primera vez que vengo al festival Son raíz. Esta es la sexta edición. Cada año se hace un lugar diferente y reúne diferentes tradiciones de sones mexicanos. En cada lugar, un promotor cultural es el que se encarga de la organización local. Es un trabajo enorme y un impresionante despliegue de generosidad por parte del promotor, su familia y en realidad, de toda la comunidad.
Clitlaltépec es un lugar muy pequeño que este fin de semana se transforma para dar la bienvenida al festival, a músicos, promotores, organizadores, gente de prensa y amantes de la música que vienen precisamente por eso, por la música, por el gusto de compartir y estar involucrados en un proyecto cultural que sienten que merece la pena.
Los anfitriones de este año son Arturo Castillo y Blanca Barrón, su mujer. Ya desde el jueves ha estado llegando gente a su casa. Muchos están durmiendo allí. Los demás, en casas de otras personas del pueblo que alojan a los participantes.
La casa de los anfitriones es el punto de encuentro. En el patio, el comedor está preparado
Algunos ya han desayunado, otros van llegando. A lo largo del día iré conociendo a mucha gente y poco a poco, aprendiendo sus nombres. La amabilidad, franqueza y simpatía me impresionan. Me cuesta encontrar algo que lo describa. Es una forma de compartir única, de ser en un espacio en el que no hay ni barreras ni escaleras de subida o bajada. Eso me enamora, lo quiero para mi vida.
Son Raíz es un hermoso proyecto que está creciendo de forma orgánica, desde los músicos y promotores culturales cuya única motivación es el rescate y propagación de las tradiciones de las diferentes regiones. Quienes alimentan el proyecto están tratando de ver cuál es la mejor forma. Les preguntan a los otros cómo es en sus regiones.
A media mañana, un descanso en medio de las reuniones para hablar de todo eso me lleva a caminar por algunas calles del pueblo
Camino con Olga. Su mirada clara busca esas cosas que a mí me gusta buscar
Además, ella es arquitecto y ver este tipo de viviendas le llama incluso más la atención
Antes de que la señora Isabel se vaya,
Hablamos con ella y le pedimos si podemos hacerle una foto. Ahí está con Olga
Vamos hasta la plaza. La gente se mueve tranquila a estas horas del día. Arturo anda de un sitio para otro haciendo esas mil cosas que siempre hay que hacer en un evento así
De forma paralela a las charlas de “los adultos”, niños y jóvenes están llevando a cabo otro encuentro en el que también están hablando acerca de qué hacer, cómo organizarse para compartir, conocer más el trabajo y las música de otras regiones, cómo crear un hilo conductor que les ayude a mantener y fomentar sus culturas tradicionales, sus músicas, sus identidades
Es esperanzador ver esto, saber que ellos entienden que sin memoria no somos y sin proyección de futuro, no llegamos
En realidad, Son raíz lo construye mucha gente que cree en la idea. Como muchos otros proyectos, no es ni idea ni proyecto de uno. Si no fuera por la generosidad que antes mencionaba, sería difícil conseguir la buenísima experiencia que sientes sin hacer mucho esfuerzo. Hoy es Carlos quien nos regala a todos la comida en su rancho
El momento del fandango está servido,
y los momentos de compartir músicas
versos improvisados
o charlas
Hablo con unos y otros, grandes y pequeños
Qué riqueza tan grande en muchas de las personas que encuentro,
No creo que sólo sea algo que el azar dispone.
Música, buena compañía y una rica barbacoa para todos, ¿qué más se puede pedir?
Con la noche, el concierto
Huapangueada, coplas y versos continúan, el mezcal se sive en jarritos y el tequila también se comparte. No podría ser de otra manera.
Es la primera vez que vengo al festival Son raíz. Esta es la sexta edición. Cada año se hace un lugar diferente y reúne diferentes tradiciones de sones mexicanos. En cada lugar, un promotor cultural es el que se encarga de la organización local. Es un trabajo enorme y un impresionante despliegue de generosidad por parte del promotor, su familia y en realidad, de toda la comunidad.
Clitlaltépec es un lugar muy pequeño que este fin de semana se transforma para dar la bienvenida al festival, a músicos, promotores, organizadores, gente de prensa y amantes de la música que vienen precisamente por eso, por la música, por el gusto de compartir y estar involucrados en un proyecto cultural que sienten que merece la pena.
Los anfitriones de este año son Arturo Castillo y Blanca Barrón, su mujer. Ya desde el jueves ha estado llegando gente a su casa. Muchos están durmiendo allí. Los demás, en casas de otras personas del pueblo que alojan a los participantes.
La casa de los anfitriones es el punto de encuentro. En el patio, el comedor está preparado
Algunos ya han desayunado, otros van llegando. A lo largo del día iré conociendo a mucha gente y poco a poco, aprendiendo sus nombres. La amabilidad, franqueza y simpatía me impresionan. Me cuesta encontrar algo que lo describa. Es una forma de compartir única, de ser en un espacio en el que no hay ni barreras ni escaleras de subida o bajada. Eso me enamora, lo quiero para mi vida.
Son Raíz es un hermoso proyecto que está creciendo de forma orgánica, desde los músicos y promotores culturales cuya única motivación es el rescate y propagación de las tradiciones de las diferentes regiones. Quienes alimentan el proyecto están tratando de ver cuál es la mejor forma. Les preguntan a los otros cómo es en sus regiones.
A media mañana, un descanso en medio de las reuniones para hablar de todo eso me lleva a caminar por algunas calles del pueblo
Camino con Olga. Su mirada clara busca esas cosas que a mí me gusta buscar
Además, ella es arquitecto y ver este tipo de viviendas le llama incluso más la atención
Antes de que la señora Isabel se vaya,
Hablamos con ella y le pedimos si podemos hacerle una foto. Ahí está con Olga
Vamos hasta la plaza. La gente se mueve tranquila a estas horas del día. Arturo anda de un sitio para otro haciendo esas mil cosas que siempre hay que hacer en un evento así
De forma paralela a las charlas de “los adultos”, niños y jóvenes están llevando a cabo otro encuentro en el que también están hablando acerca de qué hacer, cómo organizarse para compartir, conocer más el trabajo y las música de otras regiones, cómo crear un hilo conductor que les ayude a mantener y fomentar sus culturas tradicionales, sus músicas, sus identidades
Es esperanzador ver esto, saber que ellos entienden que sin memoria no somos y sin proyección de futuro, no llegamos
En realidad, Son raíz lo construye mucha gente que cree en la idea. Como muchos otros proyectos, no es ni idea ni proyecto de uno. Si no fuera por la generosidad que antes mencionaba, sería difícil conseguir la buenísima experiencia que sientes sin hacer mucho esfuerzo. Hoy es Carlos quien nos regala a todos la comida en su rancho
El momento del fandango está servido,
Mauricio, El Gallito mayor, (de González, Tamaulipas)
y los momentos de compartir músicas
versos improvisados
o charlas
Los venaditos de la sierra
Flor de azahar
Qué riqueza tan grande en muchas de las personas que encuentro,
No creo que sólo sea algo que el azar dispone.
Música, buena compañía y una rica barbacoa para todos, ¿qué más se puede pedir?
Con la noche, el concierto
Los venaditos de la sierra
Trío Santa Cecilia
Lázaro y sus huastecos
Huapangueada, coplas y versos continúan, el mezcal se sive en jarritos y el tequila también se comparte. No podría ser de otra manera.
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