Y así llegó el sábado, sin saber muy bien cómo todo pasó tan deprisa, dónde se fue el viernes entre paseos y amigos, mucho calor, una cena de larga sobremesa en un restaurante tunecino. (Madison, una pequeña ventana al mundo).
Y hoy, ese rato para que ella conociera a alguno de mis alumnos,helados de chocolate, fresa y menta y chocolate. Todo con la sencillez, el gusto y la frescura de estos días de verano en los que se siente que todo pasa por una razón, que todo encaja
6 comentarios:
jopeeeeeeeee, qué bien!
Kuss
El tiempo pasa. Ya verás estás pequeñuelas cuando les pase el tiempo, también... :)
Buenos dias Raquel, sonrisas sencillas y frescas como helados...
Besos.
Jesus
Mita,
pasamos un rato precioso. No todo el mundo está aquí pero nos juntamos los que pudimos. Todo el mundo tan relajado... ¡qué diferencia con el invierno!
Dintel,
sí, tienes toda la razón. Todavía me sorprendo al ver a las más mayores y pensar que las conocí cuando tenía cinco o seis años.
Jesus,
exactamente.
Un beso para este domingo que aquí se ha despertado soleado y sin humedad. Precioso.
Caritas lindas, de disfrute y alegría.
Habrá que hacer acopio para cuando llegue el invierno :)
Saludos.
Ternura de alumnos...como no he pasado en un buen tiempo por acá, me quedo con la duda de saber qué les enseñas. Saludos afectuosos, de corazón.
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