No me importan los cambios repentinos de tiempo con tal de que no me roben las estaciones y de que todo vuelva, más o menos, a su lugar. Esta mañana volvió a ser invierno en verano. Despertamos entre niebla,
los tejados eludiendo la otra realidad
Poco después de que las ovejas se anunciaran con sus campanillos
el día se fue aclarando, poco a poco.
Este verano, más que nunca, siento que el pueblo dormita en silencio. No se siente el bullicioso de otras veces y apenas si veo a gente por las calles.
He bajado un momento cerca de la plaza
y la he encontrado completamente vacía,
silenciosa
Me cuesta ver el pueblo así. Sé que es muy diferente a los días de agosto tan repletos de gente, pero me extraña verlo apagado y dormitando,
las sillas a la puerta como en espera,
balcones vacíos
Tal vez mañana haya un poco más de gente por aquí.
Menos mal que las higueras están que rebosan
7 comentarios:
Inquietante pueblo fantasma... ;D
¿Ya están para comer? En el norte todo madura más lentamente...
¡mmmm! ¡higos! ¡sluuuurpss!
:D
Estará todo el mundo esperando a que escampe la niebla.
:)
[¿Cómo va el curro? Yo, hasta los topes.]
Fernando,
no, todavía no, les queda bastante.
Hoy está todo soleado y ya no hay pueblo fantasma.
Irreverens,
fue extraño levantarse en medio de esa niebla. Por la tarde ya empezó a hacer mucho mejor.
[Tengo que entregar algo el día 3. Y eso se me mezcla con el campamento de música, los preparativos el día 30 y el campamento en sí el día 1. Sobreviviré? Ahora sí me llega el retiro.]
Gracias y un besote
Qué sensación tan irreal. Me encanta la niebla, a pesar de que es inquietante.
Pues claro que sobrevivirás.
:)
Un pie detrás del otro. Así se andan los caminos más largos.
Es precioso Raquel,
es un recorrido mágico mas que fantasma, creo que tu cámara dio al paisaje, al pueblo, un momento de intimidad.
Un abrazo desde tierra del fuego
Me encantan estos días, son como más íntimos.
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