Nunca llegas a abandonar la ciudad en esos 50 kilómetros que separan Teotihuacan de la capital. Tal vez en su momento el camino estuviera despejado y se pudiera ver campo. Ahora es un paisaje de casas arracimadas que apenas si parecen respirar
Pero no es nada nuevo. Es así como se ven muchos de los alrededores de la gran metrópoli
Teotihuacan fue la capital de la cultura del altiplano en el periodo clásico. En su época de esplendor pudo llegar a tener casi 200.000 habitantes. Fue una sociedad muy estratificada que creció alrededor de la explotación y el comercio de la obsidiana. Su influencia se extendió a toda mesoamérica.
Los teotihuacanos eran politeístas. Las dos pirámides más grandes están dedicadas al sol y a la luna. La del sol domina el espacio desde que entramos
Parece que en su momento, las pirámides estaban pintadas con llamativos colores.
Es domingo y hay mucha gente. Tampoco hemos madrugado. Los vendedores están por todas partes con sus silbatos, arcos y flechas, recuerdos de obsidiana, sombreros, gafas de sol, collares, pulseras. Todo vale
Pero nos olvidamos rápido de la gente y los vendedores. Hoy nuestra amiga historiadora vuelve a ser nuestra gría y sus historias y descripciones son el mejor antídoto.
El sol cae implacable
pero llevamos agua y sombrero para el recorrido. Son 4 kilómetros desde la pirámide de la Luna al norte
a la de Quetzalcoatl al sur. La del Sol queda a medio camino
A lo largo del camino -la Calzada de los Muertos-, los templos
en los que no se conservan tantos murales como probablemente hubo en su momento. Este es el de un puma
en el talud-tablero de uno de esos templos de la Calzada de los Muertos.
Vamos caminando hasta la pirámide de la Luna
mientras escuchamos las explicaciones de C. Puede que lo masivo de estas pirámides no fuera original. El arquitecto que despejó el lugar y lo "reconstruyó" pudo fácilmente estar influenciado por las pirámides egipcias e indonesias. Tal vez por eso decidiera dejar las terrazas tan anchas. La parte original es la del frente, con terrazas mucho más bajas.
Desde arriba hay una bonita panorámica de la calzada,
la pirámide del Sol y los templos al lado del camino
El calor te obliga a descansar en algún momento,
o tal vez sea la decisión de no subir hasta lo alto y mirar a quien sí sufre los escalones
También nos acercamos a lo que fueran las habitaciones de los sacerdotes
Cerca de esa zona, en el Temolo de los Jaguares se conservan las pinturas que lo representan, con penacho de plumas haciendo sonar conchas marinas de donde sale una vírgula con dos puntos simbolizando la música. Los símbolos de Tlaloc (el dios de la lluvia) aparecen en la parte de arriba del mural
También se conservan las pinturas de quetzales en un friso
en la parte inferior del templo
En la columna aparece la flor que representa los cuatro puntos cardinales y más quetzales en el friso
Caminamos luego al sur, a la Ciudadela
La gran pirámide sigue asomando por encima de los nopales
mientras caminamos atravesamos los vestigios de la antigua ciudad, los cimientos de casas y plazas
También aquí los vendedores aparecen en sitios estratégicos,
aunque hay muchos menos en esta parte. Somos más los visitantes que caminamos
hacia la otra pirámide, la de Quetzalcoatl. Nos acercamos al lateral, donde se pueden ver esculpidas las representaciones de Quetzalcoatl, la serpiente emplumada y la de Tlaloc
y luego subimos para verla desde arriba. Es difícil hacer una toma que recoja la fachada principal
Esta pirámide se construyó cuando el espíritu guerrero todavía no era tan fuerte como lo fue en las últimas etapas de Teotihuacan. Los templos se dedicaban a la adoración de los muchos dioses que veneraban y parece que había tantas celebraciones religiosas como los 260 días del calendario religioso.
Nos vamos cuando el sol ya decae
No hemos venido en peregrinación como lo ha hecho quienes van en este autobús,
no nos paramos a tomar un raspado, un diblito con chiltepín,
ni entramos en los restaurantes a los que quieren que entremos
Otra cena con buenos amigos nos espera,
5 comentarios:
Maravillosas fotos, que (nos) dan una impresión verdadera de visto y vivido, Raquel.
Muchas gracias, de corazón.
Fernando,
muchas gracias a ti por ver y entender todo eso.
Besos
Impresionante. A ver si con un poco de suerte logro acercarme este año por allí.
Un abrazo.
Fantástica su viaje!
Soy profesora de español en Brazil e las utilizé para mostrar a mis alumnos la ciudad de los dioses, mientras leíamos el libro de mismo nombre.
Fue maravilloso!
Tawaki,
ojalá, bueno, a mí me gusta tanto que cualquier oportunidad me parece buena.
Un abrazo
Gigliola_Córdova,
gracias. ¡Qué bueno que te sirvieron mis fotografías! Me alegro mucho.
Hasta pronto
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