Las distancias en México no son para tomárselas a broma. Entre eso y carreteras de montaña con subidas y bajadas, y muchísimas curvas y topes hay que pensarse muy bien las rutas.
El regreso a la Ciudad de México lo hacemos por Xalapa, en parte porque hay autopista y en parte porque así podemos volver a ver el museo de antropología que aunque ya vimos el año pasado, merece la pena volverlo a ver. Además, queríamos que L. y S. lo vieran también.
Nos vuelve a saludar una de las grandes cabezas
y vamos recorriendo las salas interiores y exteriores
No importa que ya hayas visto algunas cosas,
las vuelves a ver con gusto. Ahí está el rey viejo
o la urna funeraria olmeca que sirviera para depositar los huesos de un personaje en un entierro secundario. Me encanta la expresión del rostro con ojos estrábicos, el bigote, la perilla
y la falta de dientes que dice que se trata de un anciano que sonríe
Hubo alguna sala que no pudimos ver la vez anterior. Me llaman la atención las pinturas del sitio arqueológico de Las Higueras, cerca de la desembocadura del río Nautla
Parece que la ciudad fue construida entre los años 700 y 1000 d.c. Las pinturas, aparte de su función estética, plasman aspectos de la cultura,
el juego de pelota, el sacrificio, las procesiones, la música
Lo humano y lo divino también se entremezclan,
lo mismo que la representación del poder y la esclavitud
O este tipo de imágenes en que aparecen mujeres con vestidos largos, huipiles y capa. Algunas lelvan una especie de bandera hecha con plumas y textiles transparentes
Volvemos a disfrutar de figurillas
máscaras
y maravillosas caritas sonrientes
Nos llaman muchísimo la atención los juguetes
y la capacidad expresiva y simbólica de las figuras
La colección de esculturas de mujer de la cultura Río Blanco Papaloapan de El cocuite es genial
Representan a mujeres muertas en el parto, con la boca abierta y los ojos cerrados, símbolo de la muerte que la deificó y destinó como acompañante del sol. Ésta lleva cinturón, collar y pulsera de caracoles y un serpiente bicéfala en azul por tocado
Estas esculturas de tamaño natural son un rasgo típico de las culturas del centro de Veracruz.
Ésta también me gusta mucho
Al salir del museo vamos a caminar por el centro. Hoy entramos a ver el patio del Palacio de Gobernación con su llamativo color
¿Te acuerdas de la catedral?
A su alrededor, esas instantáneas que ponen otra nota de color
Como en muchas otras ciudades, lo cuidado y lo descuidado
y las sorpresas inesperadas como este ensayo de baile jarocho que nos acercamos a ver un momento
¿La comida? En La sopa, por supuesto, con un guisado de cochinita pibil
acompañado de la bebida nacional
y el café en La bola de oro. No podría haber sido en otro sitio estando en Veracruz
El pico nevado del Orizaba nos acompañó en nuestro camino de regreso al D.F. La tarde estaba clarísima
2 comentarios:
No entiendo cómo puede haber gente (que la hay, la conozco) a la que no le gustan los museos, especialmente los arqueológicos.
Tienes toda la razón.
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