El lugar de las flores o el de la sementera florida. Eso es lo que significa el nombre náhuatl de Xochimilco.
Es nuestro último día en México y como en el primero, nos convertimos en turistas para ir a ver otro de los lugares emblemáticos de la Ciudad de México. Xochimilco fue, como Coyoacán, un pueblecito separado de la gran urbe. Ahora todavía conserva el aire de pueblo en el que las escenas de lo cotidiano asoman con un arraigo particular. Desde que entramos, alguien nos ve la cara de turistas y ya desde que pasamos por el parque de la entrada nos ofrecen llevarnos al embarcadero. Todavía no, gracias. Taxi tampoco necesitamos
Llegamos a la hora en que los niños salen de la escuela
Gente, bicitaxis
y tráfico compiten en el espacio de las callecitas adornadas con banderines
¿Serán fiestas? Un poco más allá sabremos porqué. Vamos hacia el embarcadero y nos movemos despacio, con tiempo para recrearse en las mil y una escenas de las aceras a esa hora en que los niños se paran a buscar pequeñas cosas de segunda mano,
a comprar un refresco
o algo para comer en alguno de los muchos puestecitos improvisados que hay
Entre unas cosas y otras,
el colorido es asombroso
El embarcadero es, definitivamente, una explosión de color
La historia de esta villa en el agua viene del siglo XII cuando se establecieron pobladores nahuatlacas. Luego llegarían los mexicas y ambos pueblos comenzarían a dedicarse al cultivo de las plantas.
Hoy sí hay fiesta. Es día de La virgen de los Dolores
y ya están visitiendo a la virgen para sacarla en procesión y llevarle mañanitas
La banda también tocará más tarde
Tal vez podamos escucharla después. Ahora vamos a dar un paseo. Las trajineras esperan
y M. ya ha contratado al barquero, Augusto, para que nos lleve al paseo
Esta zona flotante del pueblo es parte de los 18 barrios que forman Xochimilco. Cada barrio conserva sus tradiciones y todo el lugar fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987.
El trayecto es una delicia. En las orillas se pueden ver las chinampas, los islotes artificiales que se fertilizan con el lodo del fondo del lago y que son una fuente importante de producción de hortalizas, árboles y flores. Tampoco faltan los altares
Una ciudad flotante, un mercado flotante, una calle del zócalo del Puerto de Veracruz flotante, la playa de Copacabana en trajinera. La oferta es variada. Los mariachis pasan ofrenciéndote una canción, dos por 100 pesos pero por ser tú 75;
el trío de salterio es un poco menos
y si no, la música de marimba: a 25 la melodía
¿Qué necesitaría? ¿Tal vez una foto para el recuerdo? Sí, con sombrero charro y todo
¿Una manzana dulce? ¿Cortezas?
¿Un recuerdo de Xochimilco tal vez?
En esta Venecia mexicana todo se mueve a través del agua
También puedes comer si tienes hambre. Mira, el señor de esta chalupa vende elotes,
las mazorcas de máiz asadas a las que les ponen mayonesa y queso por fuera y que están buenísimas
Tal vez en su momento su hijo aprenda el oficio. Hoy está un poco enfadado
Me dice Augusto que entre semana no hay mucha gente. Me gusta. Aunque para el negocio no sea bueno, es mejor así, cruzarse con ésta u otra barca y poder decirles adiós
Pero sí, los mariachis no tienen mucha "chamba"
y la gente que ahí vive probablemente se pueda mover con más facilidad
Todavía estás a tiempo de hacerte la foto antes de que se regresemos al embarcadero
El día está precioso y la luz es espectacular
Durante todo el viaje hemos tenido mucha suerte con el tiempo. En este paseo voy recogiendo recuerdos de estos días, la luminosidad interior y exterior de muchos de los lugares en los que hemos estado,
el vértigo de la simplicidad y la belleza,
la presencia de la gente marcando un arraigo particular,
las tradiciones y creencias,
lo nuevo y lo antiguo
Algo muy vibrante en este México tan intenso,
El juego de la peonza sigue. Ellos lo crean
6 comentarios:
He ido viendo tus fotos sin comentar. Es increíble el colorido que llega a haber en ese país.
:)
Besotes
Irreverens,
colorido en todos los sentidos. Los dos volcanes estaban nevadísimo. Ese día se veían muy muy claros. Ya sabes, para la próxima escalada.
Besotes también para ti.
Hola, raquel, me ha encantado encontrarte siguiendo la huella que dejaste en mis moreras. Unes en este post varías de las cosas que mñas me gustan, la fotografía, la luz, viajar con espíritu de viajero no sólo como turista, poner el ojo en los pequeños detalles.
Te seguire viendo y leyendo a ratitos.
Un beso, desde Barcelona, España.
Este lugar de México es delicioso.
Qué impresión, qué colores más llenos de vida.
Me repito, pero es que es así.
¡Qué explosión de colores!
Tesa,
sí, realmente delicioso.
Luego te voy a ver.
Hasta luego
Fernando,
además, el día estaba clarísimo
Tawaki,
colores y esa mezcla de nuevo y viejo, modernidad y tradición... En fin, impresionante.
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