El danzón comienza a sonar poco antes de llegar a la Plaza de la Ciudadela. Cuando llegas, ves ésto
Así, no son pocos los que se reúnen a bailar danzones. Unos ya saben y otros aprenden
Concentrados. Es una sensación única verles bailar, mirarse, sostener al otro. Muchos no son jóvenes pero ahí están. Eso también me parece especial.
Un poco más alla, en otro rincón de la plaza y lo suficientemente alejados, otro grupo baila salsa
Se visten para la ocasión y los ves disfrutar. Cada uno baila como lo siente. No hay normas. Llevan sillas para los que esperan a sus parejas, o símplemente para quien quiere sentarse a escuchar o mirar.
Una vez que sales de allí, otra ciudad comienza. Como en Salamanca, te dejas llevar por ella.
Ésta es una ciudad en la que todo cabe
y donde sabes que la época del año es importante
Aunque eso no es nuevo ni especial. Creo que pasa en muchas otras partes del mundo. (¿Acaso no estamos haciendo conservas de membrillo o manzanas en esta época del año? ¿Acaso no se anuncian y venden calabazas sin descanso?)
Pero sí, la gente de cada lugar es siempre especial. Hoy Germán e Isabel me regalan una tarde de encuentro, música y complicidad
11 comentarios:
Es una pasada que vayas dónde vayas encuentres danza y música. Gracias por las puertas.
Buenos dias Raquel, menos mal que hay musica y danzones en las ciudades.
Besos.
Jesus
Me encanta la felicidad que despliegan en todos los momentos de la vida. Salsa, baile contra las preocupaciones. Deberíamos tomar nota...
Besos
Siempre es un placer viajar contigo allá donde no puedo estar.
Abrazos
Me gusta mucho ver bailar a las parejas mayores: muestran el gusto de hacer las cosas porque sí, porque divierten, que no es algo demasiado habitual.
Tus fotos lo reflejan.
Dintel,
justo eso es lo que ando buscando esta vez en particular. Cuando vengas, si quieres aprender o ver, ven a la plaza de la Ciudadela. Se reunen cada sábado. Es tal su pasión que hacen encuentros a nivel nacional, vestidos para la ocasión y me cuentan que ni me imagino de qué manera.
Jesús,
pues sí. Es algo muy bonito, la verdad. Esa plaza cobra vida de esa manera. Justo estaba comentando hoy con mis amigos que esa forma de mantener tradiciones es bastante especial en México.
Carmen,
esa frase tan manida de "no sabemos de qué nos quejamos" no tiene ningún sentido cuando se compara con lo que mucha gente tiene aquí. Llegas a aceptar que cada uno vivimos lo que nos ha tocado vivir y que tratamos de hacerlo lo mejor que se puede.
Olga,
muchas gracias, espectadora.
Un gusto tenerte por aquí.
Leo,
exactamente. A mí me regalan esperanza y me dejan saber que muchas cosas dependen de cómo las queramos vivir. Si hubieras visto el coqueteo de algunas parejas... Qué bonito.
Estoy de acuerdo con el comentario de Leo. A mí también me llena de buen rollo ver a la gente mayor divertirse. Yo, cuando tenga su edad, quiero ser como ellos.
:)
Parece que estás como en tu casa, Raquelita. ¡Qué bien!
Es muy chulo eso de pasar un domingo viendo bailar a los demás por la calle... pocas veces lo he visto por aquí...
Besicos
Sólo hay que saber mirar y escuchar :)
Irre,
¡ay! yo también quiero ser así, de verdad.
Me siento como en casa, tienes toda la razón. Y en gran parte se lo debo a todas esas personas que son como mis ángeles de la guarda y que hacen que todo se sienta... bueno, es que tendrías que estar aquí. Creo que también a ti te pasaría lo mismo.
Belén,
¡a que sí!
Don vito,
muchas gracias, buena tarde, besos
Bur,
tú lo has dicho. Bueno, y tener tiempo para hacerlo, ¿verdad?
Muy lindo tu blog, seguiré visitando!!! beso grande desde Bs As
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