Despierto escuchando los sonidos de la calle a lo lejos, los anuncios de los vendedores de camotes o tamales, la gente en sus quehaceres mañaneros. Despierto con calma y me doy tiempo para hacer "los mandados" que no pueden esperar más. Más tarde iré a la conferencia.
Mientras ando de acá para allá, tengo muy claro lo que no me gusta de la ciudad
y que ésto sí me gusta
entremezclarme entre la gente y mirar, entender sus formas o su sentir, recordar cómo era entonces allí, hoy aquí.
En Chapultepec, antes de entrar al museo, la tarde de sábado realmente lo es. Tienes un poco de todo, puedes comprar tus globos,
o comer esos antojos de calle, desde una tlayuda
a los esquites o tus elotes . El vendedor lo anuncia con ese inconfundible tono y esa manera penetrante de cantar elotes y es-qui-teeess
También tienes golosinas,
y refrescos, ya sabes, dos por diez, a cinco el refresco joven
Pero si no quieres nada de eso, sigue caminando. Puedes quedarte con el mimo y su público
Yo lo hago. Contemplo la escena de la niña que le da la moneda, el agradecimiento de él, un beso soplado y otro que a mí me regala por estarle haciendo la foto
Luego él mismo posa con alguien más para que le hagan la foto
De todo en la feria portátil,
incluso más golosinas y caprichos para el paladar
Se oye el murmullo de la gente. No hay gritos. Hace sol y casi hasta un poco de calor para esas horas del día. Tarde de sábado en Chapultepece. Color.
Son las cinco y la flauta de los voladores de Papantla anuncia que el espectáculo va a comenzar. Recuerdo la primera vez que lo vi hace ya muchos años. Fue aquí mismo, a la entrada del museo. El año pasado vi a otro grupo en Tajín. Hoy sigo de largo.
Antes de entrar me uno a unas niñas que contemplan ensimismadas la fuente y sus reflejos
Como ayer, la conferencia abre las puertas a otra realidad. Escucho un panel sobre música y nacionalismo y dos ponencias sobre mariachi: una de mariachi en Yugoslavia a partir de los años 50 y otra acerca del papel de las mujeres en el mariachi.
Luego, la conferencia magistral que Jesús Jaúregui da sobre la trayectoria del son de "La negra", uno de los sones centrales al repertorio mariachero. Conozco el trabajo de este investigador y me sigue asombrando su rigor y su amplísimo conocimiento. Del mariachi parece conocerlo todo. Como el resto de la audiencia, me muevo a través de la historia que va contando,
y los infinitos puntos de análisis que hace. Con toda la amenidad
y pasión con que siempre le he visto hacerlo
Un mariachi tradicional sin trompetas, el mariachi Charanda, cierra la conferencia
Una nueva etapa comienza.
3 comentarios:
Raquel,hermoso Méjico...lleno de encanto y colorido y gente afable.Estoy escuchando tu música y escribiendo.
Un abrazo y feliz estancia.
Precioso documento gráfico.. nos llevas de la mano con tus fotos y tus comentarios..
Ave,
muy complejo México y muy rico en todo lo que dices, encanto, colorido y gente.
Un abrazo también para ti.
Ico,
aquí estás, por si acaso te habías despistado.
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