Por Coyoacán

El paseo hoy me lleva a Coyoacán, en concreto a la calle Francisco Sosa que es donde está la Fonoteca Nacional. Es fácil llegar hasta allí en metro. Como ya lo hice los primeros días de estar aquí, no tengo que preguntar cuánto es. El precio es el mismo por uno que por diez viajes: 3 pesos cada uno.
En lugar de caminar por las avenidas más grandes y con tráfico, trato de entrar en la zona de Coyoacán lo antes posible. Todavía conserva ese sabor tan diferente y único dentro de la gran urbe. Es una de las 16 delegaciones del Distrito Federal. Realmente es un espacio aparte, sus calles empedradas, los muros protegiendo mansiones con solera que datan de la época colonial

Claro que no todo es así, pero la calle por la que camino tiene muchas de esas casas. (Hoy sí voy buscando puertas para Dintel). A esta señora mayor la ví hace un rato. Va cargada y descansa de vez en cuando. Al verme sacar la cámara, ella también mira hacia la puerta

Pero no todo son casas señoriales con puertas que parecen definir su condición

Hay también pequeños negocios, galerías de arte y cafés, aunque todo muy cuidado y dentro del orden del lugar. Y cosas maravillosas como ésta,

o detalles como éste

La fonoteca está en la Casa Alvarado, una construcción del siglo XVIII que fue utilizada como biblioteca, librería y fudación a lo largo de los años

También ahí vivió Octavio Paz el último año de su vida (1987-88)

El espacio es una preciosidad. Adentro hay una sala de conciertos, varias salas de exposiciones que ahora las ocupan una exposición de Daniel Goldaracena sobre el espacio sonoro en diferentes partes del mundo. "Diario de Sonidos: imágenes sonoras de la tierra" son fotografías de muchas partes, acompañadas por un archivo de audio

La verdad es que es interesante pasear desde Vietnam a un mercado a Kabul o desde Garibaldi a Lima. Y la casa, con patio incluido, es una maravilla también

Paso un rato ahí consultando el archivo y viendo el tipo de grabaciones e información que tienen. Al salir vuelvo a caminar por Francisco Sosa

Por supuesto que me equivoco y camino en dirección equivocada, aunque no me arrepiento porque así llego a ver este pequeño tesoro de la Iglesia de San Francisco

Ya con el buen rumbo, vuelvo a disfrutar no sólo de puertas de mansiones sino de pequeños jardines, parques o plazoletas como ésta en la que asoma esta iglesia

y en los que sientes el discurrir de lo cotidiano en ese ambiente de lugar pequeño, los grupos de amigos alrededor de un banco, el señor paseando tranquilo, los que en círculo charlan.

Voy buscando el centro de Coyoacán, ahí donde la catedral

Tengo antojo de quesadillas en un puesto del mercado que ya conozco de otras veces. Y eso es lo que como, una de flor de calabaza y otra de huitlacoche. Repongo fuerzas. Luego me siento a leer un rato mientras saboreo un rico café y pan de muerto. Me hace gracia porque es lo primero que me ofrecen nada más entrar: "tenemos la oferta, un café y pan de muerto por 20 pesos"

Muy rico el café y el pan dulce que en realidad es como un pan de leche con el punto justo de azúcar. Sutil.
Al otro lado de la plaza hay autobuses que te llevan al metro. El conductor te pregunta el destino. El precio del billete depende de donde vayas a ir. Creo que el trayecto no es muy largo porque sólo pago 4 pesos. En el metro prefiero subirme al vagón reservado para mujeres y niños, damas y niños

Sólo dos vendedores hoy:
"Es una lámpara de mano, es una lámpara de bolsi(llo) / no necesita pilas, se recarga manual(mente) / es una lámpara muy útil / una lámpara de mano, es una lámpara de bolsi(llo) /
lleva dos lámparas alógenas / no necesita pilas".
El chico, todo un experto en bajar el tono en esos paréntesis. Tardé en darme cuenta y me hizo falta tener una grabadora.

"20 curitas le traigo a la venta solo le vale cinco pesos le cuesta, le vale cinco pesos solamente 20 curitas color crema"