Otatitlán tiene unos 6.000 habitantes pero el pueblo se siente un poco vació y el calor no invita a pasear por las calles, como mucho, a detenerse un momento a charlar con el vecino
Buscando el comedo que me han dicho, paso por la zona del mercado, unas pocas tiendecitas en las que se puede comprar lo más necesario
Antojitos Gabi sirve eso, antojitos: quesadillas, tacos dorados, picadas, gorditas... así es por aquí
Camino de nuevo al hotel por otras calles y al pasar por aquí, mientras fotografío esta casa,
la señora Gelasia Suarez Raigosa me sonríe y me pregunta si estaba haciéndole fotos
Le digo que estaba haciéndole a la casa pero que si me da permiso... Claro que sí, y hasta dónde me va a llevar. Me dice que tiene 86 años porque nació el 21 de noviembre de 1925, ¿verdad que son esos los años? También me dice que la dueña de la casa ya murió y ahora no vive nadie ahí, que la tienen a ella para que la limpie y mantenga
Maravillosa su sonrisa y su conversación.
Al pasar por la plaza, los mototaxis me ofrecen sus servicios
Me resulta curiosísimo ver estos taxis en un lugar como este. Es difícil caminar con el sol y el calor, y el parasol de estos taxis, lo mejor.
Poco después vuelvo a casa de Margarita. Ahí sigue trabajando. Lleva cociendo dulces desde las 8 de la mañana y a estas horas ya casi termina. Ahí están las galletas de coco que ayer me contaba cómo se hacían
En la parte de atrás de la casa ya casi está preparado el espacio para las actividades de mañana y el encuentro del sábado
Es el espacio del Jardín Kojima,
el proyecto cultural que llevan los hermanos Kojima, Julio, Martín y José. Es un proyecto comunitario en el que dan talleres a niños para que aprendan a tocar y bailar música jarocha. Junto a eso, hay otras muchas lecciones de vida, una tarea de luchar por la cultura tradicional que les da identidad. El proyecto tiene una parte ecológica importante. Mira
Son botellas de plástico con las que los niños pagan las clases que reciben. El dinero que se saca de vender el plástico se utiliza para el Jardín Kojima, para reinvertirlo en lo que haga falta.
Esta tarde va a tocar un grupito en un evento que el ayuntamiento ha organizado para celebrar el día de las madres. Algunos niños van llegando
(Danna Barrera Mortera)
(Noé Gerrero Póntigo)
(José Gerrero Póntigo)
y poco después comienzan a ensayar en el jardín
Es una sensación muy bonita, una estar agusto, una sonrisa por estar haciendo lo que les gusta
Cuando ya es hora, todos nos subimos a la camioneta para ir al lugar donde van a tocar. Por supuesto que la tarima también se lleva
El grupo espera hasta que les toca el turno
y salen al escenario
Después volvemos al patio a terminar de preparar para mañana. Cenamos juntos y la noche trae calma.
Me llena de alegría ver a estos niños sonreir y vivir la música tal y como la viven. Los miembros del grupos Yacatecuhtli son quienen comenzaron el proyecto y después de 13 años todavía siguen.
Sigo aprendiendo.
2 comentarios:
Raquel, bonitos lugares, y me encantó conocer al Cristo Negro.De gente maravillosa... te rodeas por ahí.
Un beso.
Hermosa la casa blanca con toques de azul, las galletitas de coco y el Jardín Kojima.
Besotes mil
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